
La industria mundial de los productos del mar genera cada año enormes cantidades de residuos, con hasta un 50% del peso del pescado clasificado como subproductos, incluidos cabezas, vísceras, piel y espinas. Tradicionalmente desechados, estos restos están siendo cada vez más reconocidos como un recurso valioso, gracias a los avances tecnológicos.
Entre otros, la hidrolisis en agua subcrítica (SWH, por sus siglas en inglés), un proceso innovador y sostenible promete transformar la forma en que se gestiona y reutilizan los subproductos de pescado. Este método, consiste en calentar agua a temperaturas entre 100 °C y 374 °C bajo alta presión, transformándola en un solvente y catalizador potente.
Además, este método de hidrólisis permite la eficiente descomposición de proteínas en péptidos bioactivos y aminoácidos, desbloqueando el potencial oculto de los residuos de pescado. Por ejemplo, los subproductos del pescado, que contienen entre un 10% y un 20% de proteína cruda, pueden convertirse en hidrolizados proteicos con propiedades extraordinarias, como efectos antioxidantes, antihipertensivos y antidiabéticos. Cabe destacar que los hidrolizados de vísceras de pescado producidos mediante hidrolisis en agua subcrítica han demostrado una impresionante capacidad de absorción de radicales de oxígeno, subrayando su potencial como potentes agentes antioxidantes.
A diferencia de los métodos convencionales de hidrólisis, este método es respetuoso con el medio ambiente, ya que no requiere productos químicos y genera residuos mínimos. Al reducir la constante dieléctrica del agua de 80 a 27 a 250 °C, el proceso mejora significativamente la capacidad del agua para disolver y extraer compuestos valiosos, haciéndolo no solo eficiente, sino también altamente sostenible.
Además, los hidrolizados proteicos creados a través de esta técnica han mostrado un gran potencial en una amplia gama de industrias, incluidas las farmacéuticas y de alimentos funcionales. Por ejemplo, los péptidos de pescado obtenidos mediante hidrolisis en agua subcrítica han demostrado propiedades antihipertensivas comparables a los tratamientos convencionales.
Las aplicaciones de la hidrolisis en agua subcrítica van mucho más allá de la salud humana. En el sector de la acuicultura, los hidrolizados producidos por este método se han incorporado con éxito en piensos para peces, mejorando las tasas de crecimiento y la resistencia inmunitaria. Además, estudios han demostrado que los pollos de engorde alimentados con dietas enriquecidas con hidrolizados de vísceras de pescado experimentan una mejor salud intestinal y una mayor absorción de nutrientes. Esto reduce la dependencia de la harina de pescado tradicional, apoyando una economía circular al crear productos de alto valor a partir de residuos.
Las industrias cosmecéutica y farmacéutica también están comenzando a aprovechar el potencial de la hidrolisis en agua subcrítica. Los péptidos derivados del pescado han demostrado ser eficaces como hidratantes naturales y agentes de protección UV, mientras que sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias los convierten en valiosos aliados para gestionar afecciones crónicas como hipertensión, diabetes y enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo. La versatilidad de la hidrolisis en agua subcrítica también radica en su capacidad para producir bioactivos naturales que pueden reemplazar a los aditivos sintéticos, ofreciendo alternativas más seguras y sostenibles para los consumidores.
A pesar de sus muchos beneficios, este método de hidrólisis enfrenta algunos desafíos, como la alta inversión inicial requerida para el equipo y la necesidad de optimizar los procesos para la producción a gran escala. Sin embargo, sus ventajas a largo plazo—como la reducción de la contaminación ambiental, la minimización de residuos y la generación de compuestos bioactivos de alto valor—la posicionan como un punto de inflexión para la industria de los productos del mar.
Con una mayor refinación y una exploración más amplia de sus aplicaciones, la hidrolisis en agua subcrítica podría redefinir cómo el mundo percibe los residuos de pescado, transformándolos de una carga ambiental en una oportunidad para la innovación y la sostenibilidad.