
En la última década se han realizado avances sorprendentes para hacer de la acuicultura la manera más sostenible de producir proteína animal. Si bien la piscicultura de especies mediterráneas comenzó siendo una actividad que dependía en gran medida de la harina de pescado, el gran esfuerzo realizado por la academia y la industria han permitido ser independientes de esta materia prima.
Dentro de esta carrera por la sostenibilidad de la piscicultura, la proteína unicelular de la bacteria Methylococcus capsulatus y la de insecto Hermetia illucens se han posicionado como firmes candidatas para sustituir la harina de pescado en la dieta de los peces y langostinos.
Estos nuevos ingredientes están considerados como más amigables con el medio ambiente y, además, están disponibles a escala comercial, aunque en cantidades todavía poco significativas. Será solo cuestión de tiempo el escalado de estas materias primas a grandes volúmenes.
Estos nuevos ingredientes han sido testados en un gran número de estudios y están mejor posicionados en sus aspectos nutricionales respecto a otros reemplazos convencionales como la harina vegetal.
Para poder seguir avanzando en el conocimiento de estos ingredientes es importante seguir acumulando pruebas que permitan establecer la cantidad que se puede sustituir de harina de pescado.
Investigadores del Grupo de Investigación en Acuicultura del Instituto Universitario ECOAQUA en el marco del proyecto europeo PerformFISH, y en colaboración con el Centro de Investigación en Acuicultura de Skretting, el Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile, y el Departamento de Bioquimica y Biotecnología de la Universidad de Thessaly, en Grecia, han realizado un interesante trabajo sobre cómo reemplazar la harina de pescado por harina de insecto y proteína unicelular en dietas para juveniles de dorada.
La proteína de bacteria comercial utilizada en el estudio fue Feedkind de Calysta, mientras que la harina de mosca soldado negra fue la de la francesa InnovaFeed. Las dietas fueron elaboradas en la planta experimental de piensos de Skretting ARC. Mientras que las pruebas in vitro e in vivo se llevaron a cabo en las instalaciones del IU-ECOAQUA.
En el estudio analizaron la digestibilidad in vitro e in vivo, el rendimiento productivo y la composición de los tejidos. Además, monitorizaron algunos aspectos relacionados con la salud de los peces a través del estudio de los genes del intestino posterior.
A la vista de los resultados publicados en la revista Aquaculture los investigadores consideran que se tratan de ingredientes noveles idóneos como “fuentes de proteínas para alimentos acuícolas”.
Estos resultados, por ejemplo, muestran que se puede reemplazar hasta un 66% de la harina de pescado con proteína unicelular. Sin embargo, la harina de insecto redujo el crecimiento y empeoró la disponibilidad del alimento cuando la inclusión superó el 10%. Por lo tanto, señalan, la sustitución de harina de pescado solo fue posible hasta un 33% con harina de insecto.
Las nuevas fuentes de proteína no alteraron la composición de los filetes de pescado, ni tampoco afectaron la salud intestinal.
Inclusiones moderadas de proteína unicelular (5%) de la bacteria Methylococcus capsulatus mejoró la calidad nutricional del filete de dorada y “aumentó significativamente” el contenido de los ácidos grasos importantes para la nutrición humana, tipo omegas.
Referencia:
Marta Carvalho, Silvia Torrecillas, Daniel Montero, Antonio Sanmartín, Ramón Fontanillas, Ana Farías, Katerina Moutou, Jorge Hernández Velásquez, Marisol Izquierdo. Insect and single-cell protein meals as replacers of fish meal in low fish meal and fish oil diets for gilthead sea bream (Sparus aurata) juveniles. Aquaculture