Un estudio pionero de Victoria Becker de la Universidad de Oslo que explora los efectos de las alteraciones cardíacas en el salmón Atlántico ha sido el ganador del premio a la mejor presentación de los Students Spotlight Award de la European Aquaculture Society (EAS).
Este premio, que se entregó durante la sesión de inicio de Aqua 2024 que se celebra esta semana en Copenhague, busca animar a los jóvenes investigadores a seguir innovando en un desafío de la mortalidad de salmones que es vital importancia para la industria.
Como señaló la joven investigadora, las alteraciones en la morfología del corazón como efecto de ciertas condiciones de cultivo, pueden ser utilizados como marcadores que “nos ayudan a comprender la relación entre la salud cardíaca, el bienestar de los peces y su rendimiento productivo.
Lo interesante de este descubrimiento fue que “las desviaciones en la estructura del corazón” que se observaron en los peces cultivados, como el tamaño y forma del ventrículo y la alineación del bulbo arterioso, “guardan relación directa con los parámetros de hemodinámica” y, en consecuencia, pueden ser considerados factores clave en las altas tasas de mortalidad.
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio también fue que a través de las prácticas de cultivo podemos influir en la salud cardíaca. Por ejemplo, se vio que estas alteraciones estructurales se pueden reducir con mejoras en las prácticas de manejo y la optimización del ambiente de cultivo, lo que plantea la posibilidad de usar estas estrategias para mitigar el impacto negativo en la salud cardíaca de los peces de cultivo.
En este caso, fue interesante el uso de técnicas avanzadas de monitorización y control del ambiente acuático, ya que con una mejor gestión se puede reducir el estrés en los peces. Por eso es importante combinar mejoras en el manejo con una evaluación constante de la salud de los salomones.
Sin embargo, como destacó la investigadora, estas mejoras en las prácticas de manejo no se tradujeron directamente en un crecimiento mejorado durante los episodios de estrés ambiental.
A pesar de la falta de mejoras en el crecimiento, señaló Becker, los cambios en las prácticas de manejo estuvieron asociados con una disminución en las tasas de mortalidad, especialmente en los peces que se beneficiaron de un ambiente de cultivo optimizado. Esto sugiere un impacto positivo en la salud general de los peces, lo que es crucial para la sostenibilidad de la industria.
Este estudio premiado con 600 euros representa un paso más en la comprensión de cómo las condiciones de cultivo afectan la salud cardíaca de los peces y cómo las intervenciones en las prácticas de manejo pueden mitigar algunos de estos efectos.
Además, ofrece valiosas pistas sobre la adaptación potencial de las especies de peces a un entorno cambiante y estresante. En definitiva, los hallazgos abren nuevas puertas para la acuicultura sostenible y la cría de peces en un mundo en constante cambio.
Durante los Spotlight Award se presentaron otros dos estudios. “Influencia de la inclusión de macroalgas en el pienso en el rendimiento productivo y la microbiota del intestino de langostino (Litopenaeus vannamei)” de Nataly Gómez Gómez, de la Universidad de Ghent; y “El arsenal de la naturaleza desbloqueado: cribado de próxima generación de bacterias derivadas de la acuicultura para prevenir enfermedades en ostras” de Valentina Romboli, de la Universidad de Wageningen.