Las anomalías esqueléticas severas en los centros de reproducción comerciales de dorada y lubina en el Mediterráneo tienen un impacto económico significativo en la cuenta de resultados de este tipo de establecimientos. Estas anomalías pueden tener como origen diversos factores como los genéticos, ambientales, nutricionales o de manejo.
Las investigaciones a este respecto han demostrado que, según el tipo de criadero y el país, las anomalías esqueléticas afectan entre al 7 y 20% de los juveniles producidos, con incidencias ocasionales tan altas como 45 a 100%.
Considerando un criadero promedio que produce 22 millones de alevines de dorada al año cuando se pierde el 60% de los peces debido a mortalidades o descartes por deformidades duplica el coste unitario.
En términos económicos este tipo de incidencia implica pérdidas millonarias en los productores de juveniles y son variables en función del tamaño de la empresa. Debido a esto, es interesante abordar esta problemática desde un punto de vista económico para mejorar la producción y la rentabilidad del sector.
Un estudio realizado por investigadores del Departamento de Economía Industrial y Gestión de Tecnología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) y de La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria encontró que los centros de reproducción de tamaño mediano experimentan pérdidas económicas más altas debido a estas anomalías esqueléticas severas, en comparación con criaderos más pequeñas. Esto se justifica por el volumen de producción de cada tipo de instalación acuícola.
Los investigadores trabajaron con tres posibles escenarios de anomalías. De baja incidencia, media y alta.
Según el estudio, las pérdidas en granjas de tamaño medio de dorada y lubina pueden oscilar entre los 366.000 euros y los 4 millones de euros por cada piscifactoría. Las piscifactorías de tamaño pequeño, por su parte, pueden acumular pérdidas de 92.000 a 1 millón de euros.
Si estos resultados se extrapolan al conjunto de la piscicultura de dorada y lubina mediterránea, según los autores, puede oscilar para la producción comercial de dorada entre 8,4 y 85,2 millones de euros por año. Mientras que, para la lubina oscilaría entre 6,6 a 66,8 millones de euros, dependiendo del escenario considerado en ambos casos. Ambos resultados sumados dan entre 15 a 152 millones de euros por año.
Por otro lado, y como señala el estudio, existen opciones para aumentar la estabilidad financiera de las piscifactorías, como aumentar el precio de venta de los alevines, reducir la Tasa de Conversión Alimenticia (FCR) y disminuir el costo unitario de alimentación.
Como señalan en el estudio, existen algunas limitaciones para un análisis más exhaustivo de la problemática debido a la dificultad de obtener información de origen primario sobre la incidencia de anomalías esqueléticas en la industria de la acuicultura, lo que requiere futuras investigaciones más específicas y análisis de casos de estudio para abordar de manera más completa y precisa el impacto económico de estas anomalías en el sector.
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