Investigadores del proyecto MIToYSTER, financiado por la Agencia Estatal de Investigación, podrán a prueba la capacidad de la ostra plana (Ostra edulis) para restaurar ecosistemas a través de su capacidad de depuración y filtración de nutrientes en el Mar Menor. Además, estos bivalvos crean arrecifes naturales que sirven de zona de criadero de un importante número de especies.
En el proyecto participan investigadores del Grupo de Contaminación Marina del Instituto Español de Oceanografía, en colaboración con colegas del Grupo de Ecofisiología y Ecotoxicología de Organismos Acuáticos de la Universidad del País Vasco y del Grupo de Química Analítica Aplicada de la Universidad de La Coruña.
El propósito principal del proyecto es investigar cómo la contaminación afecta el estado biológico de la ostra plana y si altera su capacidad para restaurar ecosistemas eutróficos, aquellos que presentan un exceso de nutrientes. Para alcanzar este objetivo, el equipo científico llevará a cabo evaluaciones tanto en laboratorio como en el mar. Se medirá también su capacidad de bioacumulación de contaminantes.
Dado que los efectos de los contaminantes pueden variar en función de la fisiología y el metabolismo en cada etapa del ciclo de vida de la ostra, se considerarán diferentes etapas, como larvas, semillas, juveniles y adultos.
El estado de salud de cada etapa se evaluará mediante diversos tipos de respuestas biológicas, incluyendo bioquímicas, celulares, fisiológicas, de comportamiento y reproductivas. La capacidad de extracción de nutrientes de las ostras se estimará a través de mediciones de crecimiento real y mediante tasas fisiológicas globales que involucran el balance energético, como la tasa de aclaramiento, la tasa de ingestión, la tasa de absorción y la tasa de respiración.
Juan Bellas, uno de los investigadores principales del proyecto en el IEO, explica que la unión de estos tres grupos de investigación ha permitido “desarrollar una propuesta multidisciplinaria, transversal e integrada que aborda el desafío científico de comprender la interacción entre la contaminación y la capacidad de extracción de nutrientes de la ostra y sus consecuencias en la restauración de ecosistemas degradados".
Por su parte, Marina Albentosa, otra investigadora del proyecto, añade que para lograr los objetivos del proyecto es fundamental “la colaboración coordinada de los tres grupos de investigación, que combinan conocimientos y experiencia en la evaluación de la contaminación de los ecosistemas marinos, en el estudio de la fisiología de los bivalvos y en los análisis químicos de contaminantes".
Además, el consorcio cuenta con una red de colaboradores de otras organizaciones, como la Universidad de Dalhousie (Canadá), el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, Fisheries and Oceans Canada, la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y la Native Oyster Restoration Alliance (NORA).
Este proyecto se alinea con los objetivos de la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas, que busca detener la degradación de ecosistemas degradados o destruidos y conservar los que aún están intactos, con el fin de alcanzar objetivos globales. Se basa en la premisa de que solo los ecosistemas saludables pueden mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener la pérdida de biodiversidad.