
Un grupo de científicos va a trabajar en el proyecto PosiGenome para la secuenciación del genoma de la Posidonia oceánica, una planta acuática asociada a la biodiversidad del fondo marino en el Mediterráneo.
El proyecto está promovido por el IMEDEA-CSIC, UIB-CSIC y la Fundación Iberostar y tiene como propósito principal “estudiar y desgranar” el código genético de esta planta aplicando modernas tecnologías de secuenciación para conseguir, “una mayor protección y conservación de la especie”.
Esta investigación permitirá analizar y comparar íntegramente la variabilidad genética de las diferentes praderías de la Mediterránea aportando, además, nuevos conocimientos sobre su historia evolutiva. La iniciativa, por lo tanto, podría identificar si existen poblaciones de Posidonia oceánica más resistentes que otras, cuáles son las más vulnerables y podría aportar datos sobre cómo reaccionan las diferentes variantes ante determinadas condiciones medioambientales.
Mir ha felicitado a los impulsores de un proyecto que ha calificado como «muy interesante porque puede facilitar la adopción de medidas concretas de protección según la zona en que se encuentra la praderia, con el resultado de un mejor estado general de la especie”.
Según han explicado los impulsores del proyecto, hasta el momento, los estudios genéticos sobre la posidonia han sido muy limitados, debido a la ausencia de un genoma de referencia como el que se pretende estudiar.
El proyecto se iniciará con la toma de muestras de posidonia en diferentes puntos de las Islas Baleares y la investigación se extenderá hasta 2024. Todo el proceso irá acompañado de la celebración de talleres experimentales para escuelas que explicarán la historia de la Posidonia y que contribuirán a la divulgación de conocimiento sobre esta especie clave para la salud de los ecosistemas mediterráneos.
El proyecto, como señalan está liderado por el doctor Joan Pons y participan Jorge Terrados del IMEDEA-CSIC; Laura Botigué, del Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) de Barcelona; y Hugo de Boer, de la Universidad de Oslo (UiO). Por su parte, Grupo Iberostar, a través de la Fundación Iberostar, participará como colaborador y aportará financiación para desarrollar el proyecto en el ámbito local, nacional e internacional.
El genoma de la posidonia, como el de todos los seres vivos, esconde el código de la vida de este organismo. Al descifrarlo tendremos acceso a la historia evolutiva, su resistencia a los cambios que sufrirán los océanos, o cómo reaccionarán a diferentes situaciones medioambientales.
Las investigaciones se extenderán hasta 2024 e irán acompañadas de tareas de divulgación e información a través de talleres experimentales que buscarán mejorar el conocimiento de la sociedad sobre esta especie.