
Investigadores del IRTA de San Carlos de la Rapita, en Tarragona, han iniciado los trabajos del proyecto SPARE-SEA con el que buscan conocer los mecanismos de resistencia bacteriana de las ostras con el objetivo de mejorar su cultivo y reducir la propagación de estas resistencias y, en última instancia, su impacto en la salud humana.
Para ello, los investigadores realizarán el análisis genético comparativo de ostras que recibieron en algún momento un tratamiento antibiótico en las fases de cría larvaria y las compararán a ostras silvestres. De esta manera, se establecerá en qué medida el uso de antibióticos afecta a la abundancia y diversidad de bacterias resistentes a las ostras.
Las bacterias, como señalan desde el proyecto, adquieren la resistencia a los antibióticos a través de unos genes que se conocen con el nombre de “genes de resistencia antibiótica” y que son diversos y para cada clase de antibiótico, por lo que existen múltiples genes de resistencia.
El seguimiento de estos genes específicos en diferentes compartimentos ambientales (en el pescado que se alimenta del marisco, el agua, los sedimentos y el propio marisco) permitirá a los investigadores estudiar dónde existe cada clase de genes de resistencia antibiótica en la cadena alimentaria y ver cómo se transfieren entre compartimentos. Esto proporcionará información útil para gestionar las prácticas de cultivo de ostras de una manera que pueda reducir la propagación de genes de resistencia antibiótica y, en última instancia, su impacto en la salud humana.
Aunque como señala el investigador del programa de acuicultura del IRTA, Karl Andree, las bacterias de los mariscos no suelen afectar a los humanos, “existen algunas especies de bacterias que pueden pasar de ostras a los humanos”, sobre todo, en los casos de consumirlos “crudos” o sólo “ligeramente cocinados”. Por eso, dentro del plan de trabajo está prevista la secuenciación del genoma de especies bacterianas capaces de infectar tanto a los mariscos como a los seres humanos.
Asimismo, la identificación temprana de las especies bacterianas que contengan genes de resistencia antibiótica y los compartimentos en los que se encuentren, permitirá la vigilancia dirigida de esas bacterias.
El proyecto, como explican, podrá probar si la virulencia se correlaciona de alguna manera con la resistencia antimicrobiana, y si la captación de los genes de resistencia en patógenos conocidos puede mejorar su propagación. “Aclarar los impulsores y las vías de transmisión de la resistencia antimicrobiana en las ostras es un aspecto clave de los resultados esperados de este trabajo”, indicó Karl Andree.
Como destacan los investigadores, “el uso de antibióticos en la acuicultura europea se encuentra muy regulado y restringido”.
Este proyecto se encuadra dentro de la Iniciativa Científica Estratégica de Reducción de antimicrobianos en la producción animal del IRTA. Cabe destacar que SPARE-SEA es un nuevo proyecto europeo financiado por ERANET con un presupuesto de 975.723 euros durante sus 3 años de duración.
SPARE-SEA (Difusión ambiental y persistencia de resistencias antibióticas en sistemas acuáticos expuestos a la acuicultura de ostras, por sus siglas en inglés), está liderado por el Instituto Alfred Wegner, de Alemania, e incluye socios de Italia (Universidad de Nápoles) y Francia (CNRS y CNR) así como el apoyo de la Asociación de productores de moluscos FEPROMODEL, en el Delta del Ebro.