
Tarragona 24/02/2021 – Investigadores del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) de Cataluña van a desarrollar el primer certificado específico de bienestar acuícola en dorada y lubina, dos especies con una amplia tradición de cultivo en el Mediterráneo.
La acuicultura de la Unión Europea, como señalan desde el IRTA, produce anualmente del orden de 518 millones de doradas y lubinas, una cifra que prácticamente duplica la de cerdos, de los que se producen 260 millones de animales. Sin embargo, como destacan, el bienestar en peces no ha sido abordado al mismo nivel y el conocimiento que se tiene “es mucho menor”.
Como señala al respecto Ana Roque, investigadora del programa de acuicultura del IRTA, en el Mediterráneo, “no hay ningún protocolo de bienestar para peces, por eso nos hemos propuesto desarrollar y validar uno para doradas y lubinas”.
El proyecto está financiado por Open Philantropy, y tiene una duración de dos años, con el fin de implementar unos protocolos de evaluación de bienestar animal que puedan encajar en un esquema de certificación que ya funciona en otras especies.
Una parte importante del trabajo, señala la investigadora, ya se ha realizado a través de proyectos previos financiados por la UE, “tal como definir las medidas y estructura del protocolo, que se basa en la metodología empleada en el proyecto europeo Welfare Quality de aves y mamíferos”, indica Roque.
Por su parte, Antoni Dalmau, responsable técnico del sello WelfairTM ” e investigador del Programa de Bienestar Animal del IRTA ha añadido que el hecho de que los protocolos ya se hayan diseñado siguiendo la filosofía Welfare Quality, “nos permite avanzar rápidamente en esta fase final de implementación y aprovechar la experiencia que ya tenemos en otras especies para integrar la dorada y la lubina dentro de un esquema de certificación maduro y reconocido”.
Esta filosofía se basa en que las auditorías se centran en la observación directa del propio animal, evaluando cuatro principios: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado en relación a las necesidades de la especie. Dentro de estos cuatro principios, se identifican 12 criterios de bienestar animal diferentes pero complementarios, que integrarán cada uno de ellos uno o varios indicadores. Es necesario una formación inicial de los auditores y una supervisión constante de su tarea para evitar desviaciones. Además, los protocolos irán incorporando todas aquellas mejoras que la ciencia del bienestar animal vaya validando.
Según Dalmau, “actualmente, el esquema certifica vacuno de leche y de carne, gallinas de puesta y pollos de carne, porcino, ovino, conejos y pavo. En pocas semanas estrenaremos los protocolos para codornices y, con este proyecto que iniciamos ahora, esperamos incorporar pronto la dorada, la lubina y otras especies acuáticas”.
Como explica Dalmau, para desarrollar un sistema de evaluación del bienestar en la dorada y la lubina, una vez tienes los protocolos, hay que testarlo en granjas reales para ver cómo funciona. “Esto sirve para refinar procedimientos y también para ir estableciendo unas pautas básicas de cómo deberán formarse los auditores de mañana para poder hacer una auditoría con garantías”, señala Dalmau. Una vez validados y ajustados los protocolos entrarán a formar parte de la familia WelfairTM, la marca que utilizan más de 15 empresas de certificación diferentes bajo la supervisión del IRTA y bajo un único sello.