
Damisela verde (Chromis viridis), uno de los peces ornamentales fundamental para el comercio de acuarios por su atractiva coloración y facilidad de mantenimiento en cautividad, está llevando a prácticas de captura en el medio silvestre de manera insostenible, amenazando la supervivencia en hábitats naturales.
Nativa del mar Rojo, estos peces se encuentran habitualmente en zonas lagunares someras y laderas de arrecifes, donde forman grandes bancos. Se alimentan de zooplancton y a menudo se mantienen sobre corales de cuerno de alce (Acropora eurystoma) para protegerse.
A nivel científico, se han logrado avances importantes al reportarse el genoma mitocondrial completo de la especie, lo cuál es útil para entender la diversificación y las relaciones geográficas dentro de la familia Pomacentriadae. Estos peces pueden discriminar entre diferentes orientaciones de luz polarizada y ultravioleta, una habilidad que puede ser importante para la alimentación y la comunicación.
Hasta ahora, la reproducción y cría larvaria en cautividad es un desafío para los acuaristas. Los expertos buscan desarrollar protocolos que permitan la reproducción en cautividad que permitan garantizar una fuente sostenible y ética para proteger los ecosistemas silvestres.
En un avance significativo para la acuicultura ornamental, investigadores del ICAR-National Bureau of Fish Genetic Resources, en colaboración con la Universidad de Ciencias Marinas y Pesqueras de Kerala, han desarrollado con éxito un método de cría en cautiverio para Chromis viridis, también conocido como damisela verde-azul.
Los resultados del estudio, publicados recientemente en la revista científica 'Aquaculture', podrían reducir la dependencia de la recolección de especies silvestres, preservando así los ecosistemas marinos naturales.
Los investigadores lograron observar y documentar todo el proceso de reproducción de la especie en condiciones controladas, desde el desove hasta el desarrollo larval temprano. "Estamos ante un cambio paradigmático en cómo gestionamos la conservación y la acuicultura de especies marinas ornamentales", afirmó el Dr. T.T. Ajith Kumar, líder del estudio. "Establecer protocolos de cría en cautividad no solo ayuda a proteger las poblaciones silvestres, sino que también garantiza una fuente sostenible y ética de peces para los acuarios comerciales”.
El éxito de la cría en cautiverio de damisela verde se atribuye a la meticulosa regulación de factores ambientales como la salinidad, la temperatura y los ciclos de luz, elementos clave que influyen en la reproducción del pez. Además, el estudio proporciona una valiosa información sobre las etapas de desarrollo embrionario y larval, conocimientos que son cruciales para mejorar las técnicas de reproducción y supervivencia larval.
Esta investigación, por tanto, representa un avance notable en el campo de la acuicultura ornamental marina y establece un precedente para la cría en cautividad de otras especies marinas.
La aplicación de este conocimiento permitirá a los criaderos comerciales replicar y adaptar estas técnicas, potenciando la diversidad genética y la salud de las poblaciones cautivas, lo que a su vez reduce la presión sobre los ecosistemas de arrecifes de coral y otros hábitats marinos vulnerables.
El estudio, añaden, no solo abre nuevas posibilidades para la industria acuática, sino que también subraya la importancia de la investigación y la innovación en la conservación de la biodiversidad marina. Con estas nuevas técnicas, el futuro de la damisela verde y posiblemente de muchas otras especies, parece más seguro y sostenible.
Los pasos que siguieron los investigadores:
El desarrollo de protocolos de reproducción y cría larvaria es fundamental para su aplicación en criaderos. El primer paso de los investigadores fue recolectar en sus hábitats naturales individuos maduros de damisela verde y su posterior traslado a instalaciones de cría donde se aclimataron a las condiciones de cautividad y se sometieron a una cuarentena.
Los peces fueron alojados en tanques de fibra de vidrio en condiciones ambientales controladas que simulaban su hábitat natural, incluyendo el control de la salinidad, la temperatura y el fotoperiodo de luz – oscuridad de 12 horas.
Los reproductores de damisela verde se alimentaron con una dieta variada que incluyó almeja, pulpo, calamar y masa de huevo de atún para asegurar que se cumplieran los requerimientos nutricionales necesarios para la reproducción exitosa.
Los investigadores monitorizaron y documentaron el comportamiento del cortejo y desove de los peces, incluyendo los cambios en la coloración y la limpieza del sustrato de desove por parte de los machos.
Para ambientar los tanques, se proporcionaron azulejos negros y rocas vivas en los tanques como sustrato para la puesta de huevos. El desove también fue cuidadosamente documentado contando el número de huevos y las tasas de fertilización.
El desarrollo embrionario también fue meticulosamente documentado, así como la eclosión y cría larvaria. Para ello, se tomaron medidas morfométricas que permiten monitorizar el crecimiento y desarrollo, incluyendo la longitud total, las dimensiones del saco vitelino y el tamaño de la boca.
De esta manera, los investigadores han conseguido estandarizar técnicas de propagación en cautividad para apoyar la sostenibilidad del comercio de peces ornamentales marinos y aliviar la presión sobre las poblaciones silvestres causadas por la sobrepesca.