Castellón 30/12/2020 - La salud de la microbiota intestinal de los peces es clave para garantizar la mejor eficiencia alimentaria y la obtención de una buena cosecha al final de la fase de cría, un aspecto que no ha pasado desapercibido para los científicos en los últimos años que han intensificado sus investigaciones en este aspecto.
Sin embargo, determinar qué es una microbiota saludable no es fácil ya que su composición es diversa y dinámica viéndose influenciada por diferentes factores como la dieta, el medio ambiente, la edad del pez y la genética.
Un estudio altamente interesante llevado a cabo por investigadores españoles del grupo de Patología en Peces del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal del CSIC (IATS-CSIC) ha relacionado por primera vez la genética de las doradas de rápido crecimiento con su microbiota intestinal más flexible ante los cambios dietéticos y una mejor capacidad para hacer frente a las infecciones intestinales.
Las doradas utilizadas para el estudio proceden del programa de mejora genética PROGENSA, donde ya se tienen identificadas en familias de tercera generación domesticadas para el crecimiento rápido y la resistencia o supervivencia a enfermedades.
Los resultados, que han sido publicados en la revista Microbiome muestran que el trasfondo genético de la dorada influye en la estructura de las comunidades bacterianas comensales y sus fluctuaciones sobre las diferencias en la dieta. Estos cambios, señalan en el estudio, pueden tener importantes implicaciones metabólicas y afectar la resistencia a enfermedades. Por eso, a lo largo de los ensayos, los peces también fueron expuestos a Enteromyxum leei.
Llegados a este punto, los investigadores se plantean varias preguntas: ¿La selección de genes relacionados con el crecimiento constituye el trasfondo genético que seleccionará las bacterias resistentes? ¿O se están seleccionando ciertas configuraciones bacterianas que darán forma a las trayectorias de crecimiento de los animales? Probablemente, se responden los científicos, “ambos sean ciertos, pero por el momento, todavía no tenemos respuestas a esas preguntas”.
A pesar de la heterogeneidad genómica, las familias de doradas seleccionadas para el crecimiento hereditario son más robustas, se adaptan mejor a los cambios en la dieta, remodelan sus intestinos e índices organosomáticos sin efectos significativos sobre sus parámetros de crecimiento y salud, y pueden hacer frente de manera más eficiente a los patógenos.
Estos animales domesticados también albergan una microbiota plástica que se adapta eficazmente a los desafíos metabólicos inducidos por los cambios en la dieta. Los estudios futuros, señalan los investigadores, se centrarán en si estos cambios microbianos se correlacionan con la salud, el crecimiento y la resistencia a las enfermedades.
Referencia:
Piazzon, M.C., Naya-Català, F., Perera, E. et al. Genetic selection for growth drives differences in intestinal microbiota composition and parasite disease resistance in gilthead sea bream. Microbiome 8, 168 (2020). https://doi.org/10.1186/s40168-020-00922-w