PROYECTOS

Investigadores españoles se meten de lleno en la mejora nutricional de los sistemas biofloc para langostinos

El proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia, cuenta con dos líneas de estudio coordinadas por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Almería

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Un nuevo proyecto evaluará la mejor manera de optimizar la alimentación y nutrición de langostinos tropicales (Litopenaeus vannamei) en sistemas biofloc, una nueva tendencia que se alinea con los principios de economía circular en acuicultura.

El proyecto, de tres años de duración y que da comienzo este mes de septiembre, está financiado a través del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Como señalan desde el proyecto, la tecnología biofloc (BFT) tiene un gran futuro, ya que no solo mejora el crecimiento y la supervivencia, sino también el sistema inmune, la bioseguridad y el reciclaje del agua.

El principal objetivo de la propuesta es la optimización de la alimentación el langostino en sistemas biofloc usando dietas con bajo nivel proteico e ingredientes proteicos alternativos, y la evaluación de la biodigestibilidad y biodisponibilidad de los nutrientes en las dietas y en el biofloc, además de su contribución al crecimiento del langostino.

Por lo tanto, señalan, la producción del biofloc se aborda a través de un enfoque multidisciplinar que requiere la colaboración de dos subproyectos interrelacionados y basados en la experiencia en diferentes disciplinas: nutrición, biotecnología y microbiología.

El primero de los subproyectos estará coordinado por Miguel Jover Cerdá y David Sánchez Peñaranda, del Grupo de Acuicultura y Biodiversidad de la Universidad Politécnica de Valencia, quienes estudiarán el efecto de la composición de la dieta y manejo de alimentación en el rendimiento del langostino en estos sistemas biofloc. Los investigadores desarrollarán un sistema biofloc óptimo usando tres fuentes de carbono: azúcares complejos, una mezcla de azúcares simples y complejos y una mezcla de una fuente de carbón insoluble y un azúcar simple, con diferentes proporciones de nitrógeno y carbono. Al madurar el biofloc, se seleccionará el que proporcione una máxima producción.

El segundo subproyecto, coordinado por Francisco Javier Moyano López, del Grupo de Modelización Digestiva de la Universidad de Almería, estudiará la aplicación de técnicas nutricionales y microbiológicas para apoyar la optimización del cultivo de langostinos en un sistema biofloc. Esta línea colaborará en la comprensión de la evolución de la comunidad bacteriana a lo largo de la maduración del biofloc, con el estudio del metagenoma y como contribuye a la nutrición del langostino es un proceso multifactorial, siendo necesario entender mejor su rol en el crecimiento de estos crustáceos, y también, la biodisponibilidad in vitro de los nutrientes.

El proyecto espera diseñar protocolos de alimentación para la conservación a corto y largo plazo que serán testados y patentados. Una vez que se obtenga el mejor biofloc se investigará distintas inclusiones proteicas en la dieta y diferentes regímenes de alimentación y sustitución de proteína de pescado.

Como no solo los parámetros productivos pueden ser alterados por la sustitución de la harina de pescado, señalan, se evaluará la salud intestinal y los aspectos sensoriales del producto, para encontrar alteraciones en el estado inmune y en características comerciales.

Finalmente, con el objetivo de transferir los resultados a la industria acuícola, se llevarán a cabo dos escalados consecutivos. En primer lugar, las seis mejores alternativas proteicas serán escaladas de 95 a 1 750 litros. Seguidamente, tomando en consideración los parámetros comerciales, las dos mejores alternativas serán escaladas de 1 750 a 13 500 litros en las instalaciones del IGIC-UPV.

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