INVESTIGACIÓN

Investigadores japoneses estudian las bacterias que modulan el microbioma de la piel de la trucha arcoíris

Japón 6/09/2022 | El estudio analizó los efectos de las bacterias antimicrobianas como oportunidad para mejorar las defensas a patógenos en las truchas

Trucha arcoíris en mano en piscifactoría

Investigadores de la Universidad de Nagoya y la Universidad de Mie han analizado los efectos del flujo continuo del agua en la flora bacteriana de la piel de la trucha arcoíris. Una información, como señalan, que puede aplicarse para controlar las enfermedades de los peces mediante la modulación de este microbioma.

En muchos estudios se ha observado que el microbioma de la piel de los peces es diferente de la del agua de cultivo, y que la de los peces se ve alterada por los cambios en la calidad del agua.

Como señalan los investigadores, a partir de los resultados de este estudio demuestran que “uno de los mecanismos que causan fluctuaciones en la microflora del moco epidérmico de la trucha arcoíris en un sistema de flujo continuo está asociado con las bacterias en el medio ambiente”.

Especialmente interesante son las bacterias no patógenas que producen sustancias antimicrobianas y que se pueden aplicar como agentes de control biológico que permitan “prevenir infecciones patógenas en una variedad de campos, con muchos estudios realizados sobre la detección de dichas bacterias como parte de los métodos de control de enfermedades”.

En los datos experimentales, señalan los autores de este trabajo, se observa que algunas bacterias específicas con actividad antimicrobiana ingresan desde el entorno natural y afectan los cambios de composición en la comunidad bacteriana de la mucosa de la piel al “perturbarla y ocuparla”.

Las fluctuaciones de la flora de la piel de la trucha fueron causadas por los géneros Pseudomonas, Yersinia y Flavobacterium. Algunas de las especies de Pseudomonas y Yersinia fueron identificadas como “bacterias antimicrobianas”.

Una posible estrategia para aplicar en el control de la flora bacteriana puede ser utilizar bacterias antimicrobianas, que son las que parecen “remodelar” el microbioma.

Como advierten, las bacterias que producen sustancias antimicrobianas no solo afectan a las bacterias del moco epidérmico, también a las bacterias patógenas. Esto desencadena la adhesión de las bacterias simbióticas del agua a la epidermis o el crecimiento de bacterias simbióticas del moco epidérmico en la flora bacteriana.

Alternativamente, añaden, estos efectos disruptivos también podrían conducir a la adhesión de patógenos transmitidos por el agua a la epidermis de los peces y a un aumento en el número de patógenos oportunistas existentes en la epidermis.

Por lo tanto, concluyen, si tales bacterias se van a utilizar como agentes de control biológico, podría ser necesario eliminar los patógenos con agua y complementar las bacterias simbióticas al mismo tiempo para lograr una mayor eficacia.

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