INVESTIGACIÓN

Investigadores portugueses diseñan nuevas dietas de invierno para dorada bajas en harina de pescado

Se trata de un estudio de corta duración en el que se ha evaluado la posibilidad de sustituir proteína de pescado por la de aves

Estación de Ramalhete, Universidad del Algarve

Faro (Portugal) 16/02/2021 - Las bajas temperaturas del invierno hacen necesario replantearse las estrategias de alimentación ya que con una buena planificación se puede mantener el crecimiento incluso a bajas temperaturas.

La dorada (Sparus aurata) es una de nuestras especies locales más producidas en el sur de Europa que en momento de bajas temperaturas reduce su ingesta de alimento, su metabolismo y, en última instancia, deja de crecer, lo que tiene consecuencias para el rendimiento ganadero.

Hasta ahora, la mejor opción sigue estando en dietas ricas en harina y aceite de pescado, es decir en alto contenido proteico procedente de ingredientes marinos. Mientras los estudios no avancen en sustitutos y suplementación a fondo, y del ciclo completo de producción, también parece ser lo más razonable.

No obstante, la ciencia debe proporcionar alternativas viables económicamente que sean menos dependientes a los recursos silvestres y más sostenibles medioambientalmente hablando cuando la temperatura del agua es baja.

Con objeto encontrar dietas que sean capaces de reducir la cantidad de harina de pescado sin sacrificar rendimiento, investigadores del Centro de Ciencias del Mar de la Universidad del Algarve, en Portugal, han llevado a cabo un estudio con dos dietas experimentales para evaluar el rendimiento del crecimiento, la utilización del alimento, la digestibilidad aparente de nutrientes y la pérdida de nitrógeno al medio ambiente con temperaturas de 13ºC, respecto a cómo ocurre actualmente con las dietas comerciales.

Mientras la dieta comercial estaba formulada con 44% proteína cruda y 27,5% harina de pescado; las dos dietas experimentales fueron diseñadas con ingredientes más económicos y menor porcentaje de proteína de pescado (10%) y una inclusión de 15% de proteína animal, específicamente de ave. Una de las dietas, además, se complementó una mezcla de aditivos alimentarios destinados a promover el rendimiento del crecimiento de los peces y la ingesta del alimento.

Como resultado se observó que los peces alimentados con la dieta económica y suplementada alcanzaron un peso corporal final similar al de los peces alimentados con la dieta comercial, y fue significativamente más alto que los peces alimentados con la dieta económica sin aditivos.

Esta dieta económica formulada con aditivos presentó un índice hepatosomático significativamente más alto que los peces alimentados con una dieta comercial, probablemente, señalan, “debido a mayores reservas de glucógeno hepático”.

El índice viscerosomático de los peces alimentados con la dieta suplementada con aditivos fue significativamente menor en comparación con los peces alimentados con la dieta comercial, “lo que es un logro positivo desde el punto de vista del consumidor”, señalan.

Finalmente, añaden, la dieta económica suplementada exhibió una digestibilidad de nutrientes similar a la dieta comercial. Además, la alimentación de los peces con las dietas económica dio menores pérdidas de nitrógeno fecal en comparación con los peces alimentados con la comercial.

A la vista de estos resultados, los investigadores sugieren que la alimentación de dorada con una dieta económica con una mezcla de aditivos alimentarios promueve el crecimiento y minimiza las cargas de nitrógeno al medio ambiente.

Referencia:
Rita Teodósio, Cláudia Aragão, Rita Colen, Raquel Carrilho, Jorge Dias, Sofia Engrola. A nutritional strategy to promote gilthead seabream performance under low temperatures. Aquaculture

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