
La sostenibilidad de la piscicultura pasa por mejorar la eficiencia en la utilización del alimento por parte de los peces para mejorar el rendimiento productivo. En respuesta a este desafío, investigadores de la Universidad de Idaho, en Estados Unidos, han desarrollado un enfoque innovador destinado a seleccionar truchas con una mayor eficiencia en la utilización del alimento en dietas basadas en proteínas vegetales, principalmente con soja.
El objetivo final del estudio ha sido reducir el costo total de la producción comercial de truchas, la calidad del producto final, al tiempo que se mejoraba la sostenibilidad ambiental.
Esto se consigue a través de la selección de programas de cría selectiva en los que la pérdida de peso durante la privación de alimento y la ganancia de peso durante la re-alimentación, que han sido revelados en un estudio reciente como rasgos heredables.
El estudio ha desvelado hallazgos significativos que podrían mejorar la sostenibilidad de la piscicultura de trucha arcoíris a largo plazo sin comprometer la salud de los peces ni el medio ambiente.
A pesar de la selección genética de la cepa de trucha para un alto crecimiento con dietas a base de plantas durante ocho generaciones, se encontraron variaciones individuales en la respuesta a diferentes tipos de alimentos y en la eficiencia alimentaria dentro de la población.
Los investigadores también observaron que la respuesta de los peces a períodos alternos de alimentación con dietas a base de plantas y de pescado estaba estrechamente relacionada con su eficiencia en la utilización del alimento.
Este hallazgo, como señalan, sugiere que la selección de peces con una mayor capacidad para adaptarse a diferentes dietas podría mejorar significativamente la eficiencia alimentaria en los programas de cría selectiva.
Además, el estudio demostró que algunos peces mostraban una mayor consistencia en su eficiencia alimentaria a lo largo de su vida, lo que los convierte en candidatos ideales para la selección en programas de cría. Mejorar la eficiencia alimentaria no solo podría tener beneficios económicos, sino que también podría reducir el impacto ambiental de la acuicultura, especialmente con el uso de dietas sin harina de pescado.
Los resultados proporcionan una base sólida para el desarrollo de estrategias de cría selectiva que promuevan la sostenibilidad en la industria acuícola. Con una mayor comprensión de cómo mejorar la eficiencia alimentaria y la adaptación de los peces a diferentes dietas, los productores podrían optimizar la producción sin comprometer la calidad del producto ni el medio ambiente.
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