
La Comisión Europea está planteando sancionar a las grandes compañías productoras de salmón en Noruega, específicamente, Cermaq, Grieg Seafood, Bremnes, Lerøy, Mowi y SalMar por una presunta violación de las normas antimonopolio de la Unión Europea.
En concreto, el presunto comportamiento concierne a las ventas de salmón del Atlántico fresco, entero y eviscerado cultivado en Noruega, que representa casi el 80% de todo el salmón del Atlántico cultivado exportado desde Noruega, cuyo principal cliente es la Unión Europea. Cabe destacar que esta acusación no concierne al salmón del Atlántico cultivado congelado ni a productos procesados como filetes de salmón, lomos o salmón ahumado.
Los hechos investigados se remontan al periodo entre 2011 y 2019 cuando estos seis productores intercambiaron información comercialmente sensible relacionada con los precios de venta, volúmenes disponibles de venta y de producción, así como capacidades de producción, entre otros factores determinantes de los precios.
La Comisión considera que esta conducta es anticompetitiva en lo referido únicamente a las ventas en el mercado al contado en la Unión Europea, en contraposición a las ventas basadas en contratos a largo plazo. Según la Comisión, esto infringe el Artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que prohíbe cárteles y otras prácticas comerciales restrictivas.
Las salmoneras afectadas ahora tienen oportunidad de examinar la Declaración de Objeciones proporcionada por la Comisión Europea para presentar una respuesta por escrito, examinar los documentos y solicitar una audiencia oral para presentar sus puntos de vista en este caso.
Si la Comisión Europea confirma su vista preliminar y concluye que hay suficientes pruebas de infracción, puede imponer una multa que podría ascender hasta el 10% del volumen de negocios anual mundial de cada una de las empresas. No obstante, como aclaran, la Comisión tomará esta decisión después de que las partes hayan ejercido su derecho de defensa.
En este sentido, es importante destacar que la emisión de una Declaración de Objeciones y la apertura de un procedimiento formal no perjudican el resultado de la investigación. El proceso continuará, y la Comisión tomará una decisión final después de considerar las respuestas de las partes involucradas.
Mowi ha sido una de las primeras compañías en expresar su rechazo con las acusaciones preliminares de la Comisión Europea alegando que revisará cuidadosamente la declaración y proporcionará una respuesta por escrito durante el proceso estándar.