El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado la Ley 2/2025 de impulso y promoción de la producción ecológica y otras producciones agrarias, pesqueras y acuícolas certificadas. Se trata de una Ley que no aplica cambios profundos en la forma de producir, pero que si debe ser tenida en cuenta en el marco estratégico.
Como se extrae del documento, no se trata de una ley que modifique densidades, piensos, tratamientos, especies autorizadas ni sistemas productivos. Todo esto sigue dependiendo de la normativa europea y estatal.
Sin embargo, y esto es importante, define, por primera vez, prioridades claras en las políticas públicas, nombrando qué tipo de acuicultura quiere fomentar la Administración andaluza en los próximos años. Y la respuesta es la acuicultura ecológica y la acuicultura certificada con valor ambiental añadido.
En términos prácticos significa que la acuicultura ecológica será una línea prioritaria en ayudas públicas, planificación costera y marina, estrategias ambientales, programas de promoción y consumo.
La ley también deja espacio para otras producciones certificadas que vayan más allá de los mínimos legales, aporten mejoras ambientales, refuercen el bienestar animal, o reduzcan el uso de microbianos, abriéndose a proyectos que, aunque no encajen en la producción ecológica, puedan mejorar su desempeño ambiental.
En el plano del mercado, la ley no busca vender más pero sí, vender mejor. Por eso prioriza la promoción en ferias y eventos, el apoyo a la transformación y comercialización, visibilidad en el canal HORECA y prioridad en la contratación pública (comedores, centros educativos y hospitales) de productos ecológicos cuando haya alternativas equivalentes a los convencionales.
La ley también refuerza dos ideas que llevan tiempo sobre la mesa: el uso preferente de especies autóctonas en acuicultura ecológica y certificada; y la digitalización de la trazabilidad y la recopilación sistemática de datos del sector.

