
En la sangre del cangrejo herradura americano (Limulus polyphemus), su hemolinfa, está la base de las pruebas de seguridad de las vacunas que se usan en el mundo, incluidas la de la Covid-19. También se usa para pruebas de esterilidad de otros medicamentos y material quirúrgico. El Lisado de Amebocitos de Limulus (LAL) que forma parte de esta hemolinfa, permite detectar de forma simple, segura y rápida altas concentraciones de endotoxinas en sangre y en qué medida se encuentran. Estas endotoxinas son un indicador de alta presencia de bacterias gram-nevativas responsables de los peores casos de septicemia. Cuando esta infección invade el cuerpo, las probabilidades de fallecer son muy altas.
Pero el uso de esta técnica depende de que cada año se capturen del medio natural unos 600 000 ejemplares de estos cangrejos prehistóricos, que no son cangrejos, cada año, de los cuales, el 30% mueren en el proceso de extracción. Aunque hasta ahora los niveles de captura de este cangrejo se ha mantenido estable, la necesidad de vacunar de la Covid-19 al planeta completo ha llevado a la industria biomédica si será posible mantener estos niveles de captura de manera sostenible. Según datos de la industria farmacéutica, se espera que el mercado mundial de pruebas de endotoxinas bacterianas se duplique en 2024.
Para hacer más sostenible esta actividad, investigadores norteamericanos están desarrollado un paquete tecnológico para la cría en cautividad de estos crustáceos prehistóricos con buenos resultados por el momento y que hacen ser optimistas por su potencial acuícola.
Después de que se haya demostrado la viabilidad de mantener con vida cangrejos herradura en un sistema de recirculación en acuicultura (RAS, por sus siglas en inglés) y ver que se les puede administrar un pienso acorde a sus necesidades nutricionales, el siguiente paso lo ha dado la empresa Kepley Biosystem Inc. con sede en Greensboro, que con financiación del North Carolina Sea Grant, aspira a construir una red de instalaciones de acuicultura de cangrejos herradura con el propósito de que se conviertan en biorrefinerías de recolección de hemolinfa.
Aunque son denominados cangrejos, sus parientes más cercanos son las arañas y escorpiones. El proceso de cría no parece cosa simple ya que tarda unos 10 años en madurar. Viven hasta 20 años y son parte integral del ecosistema al alimentar con sus huevos a pequeños peces y aves migratorias.