LEY de COSTAS

La amenaza de Costas sobre las granjas gallegas sigue dejando la continuación del sector pendiente de un hilo

Si se obliga a las empresas a alejarse de la costa se les condena a desaparecer conforme se vayan venciendo los plazos administrativos

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Después de respirar con alivio la ampliación de la concesión de la granja de truchas arcoíris de Grupo Tres Mares, la amenaza de ser expulsados de la costa gallega de otros operadores del sector acuícola sigue persistiendo. Es el caso de la granja de lenguados de Stolt Sea Farm en Palmeira, en la costa de Barbanza, y a la que la Dirección General de Costas del Ministerio le da un año para desmantelar.

Aunque la modificación de la Ley de Costas de 2013 abre una vía para que la empresa acuícola pueda solicitar una prórroga extraordinaria después de 35 años operando en el enclave, parece no ser coincidente con los intereses de la administración en Madrid.

A pesar del sombrío panorama que se presenta, desde el grupo empresarial no dejan haber voces que mantienen la esperanza. Recientemente en una red social profesional un representante de la empresa mostró su seguridad con que la planta “seguirá operativa muchos años más, generando puestos de trabajo y pescado de calidad”.

La otra granja que también pende de lo que se decida en Madrid es la de Quilmas, aunque a esta todavía le quedan 10 años de plazo, que para un sector como el de la acuicultura se antoja mas que insuficiente.

Desde la plataforma Mar-Industria sin embargo consideran que si se lee atentamente la Ley una prórroga extraordinaria es posible y apelan al consenso con las partes y que se de una solución colectiva para el sector mar alimentario en su conjunto.

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