
Países Bajos 6/04/2021 – La cianobacteria espirulina (Arthrospira sp) se ha convertido en las últimas décadas en la estrella de los superalimentos por sus propiedades beneficiosas para la salud. Sin embargo, este reinado de prácticamente medio siglo podría estar llegando a su fin, ya que le ha salido una férrea competencia, la Galdieria, del grupo de algas verdes-azuladas cianodiofíceas, más fácil y barata de cultivar.
Galdieria ha sido aislada de aguas sulfurosas volcánicas y, como aseguran investigadores de la Universidad de Wageningen en Países Bajos, con mayores propiedades nutricionales que espirulina.
La clave está, según ha indicado el doctorando de la Universidad, Fabian Abiusi, en aprovechar las propiedades mixotróficas de este microorganismo, es decir de utilización de la luz y sustrato orgánico como el azúcar para crecer en un fermentador. De esta manera, la cianobacteria estaría creciendo de día a través de la fotosíntesis y de noche a través de la fermentación.
Con algas fotosintéticas, solo se aprovecha la mitad del carbono, ya que la otra mitad es emitida en forma de dióxido de carbono por la noche. Con el fotobiorreactor mixotrófico el CO2 emitido por las microalgas durante la noche es aprovechado por la mañana durante la fotosíntesis, “lo que hace que el proceso sea casi neutro en carbono y muy eficiente”. El proceso mixotrófico tiene el doble de productividad, sin necesidad de energía eléctrica para la aireación o dióxido de carbono.
Como beneficio adicional, Galdieria es más rica en proteínas que espirulina. Según estudios realizados por Abiusi y sus colegas, dos tercios del peso seco son aminoácidos. La cianobacteria es rica en cisteína y metionina, dos aminoácidos azufrados dado su origen en manantiales volcánicos ricos en azufre. Estos aminoácidos, como señala el investigador, “están limitados en plantas, que es una de las razones por las que nos resulta difícil obtener una nutrición bien equilibrada en una dieta basada en plantas”.
Según los investigadores de la Universidad de Wageningen, este microorganismo tiene todo el potencial para convertirse en superalimento y ayudar al mundo a mejorar la nutrición y la salud y permitir la posibilidad de reducir la energía y hacer un buen uso de los residuos orgánicos.
Los resultados científicos podrán incorporarse en una empresa de nueva creación, Algreen con el objetivo de optimizar y ampliar el proceso, utilizando desperdicios alimenticios como sustrato.
Los investigadores están a la espera de la aprobación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria durante el próximo año para que en unos años se puedan encontrar productos de Galdieria en los lineales de los supermercados como ya ocurre con espirulina.