
Las estrategias de alimentación y el balance adecuado de nutrientes son esenciales para tener un buen rendimiento productivo en acuicultura. El ajuste de estos factores se consigue a través del estudio minucioso de cómo la proteína en la dieta impacta en la diversidad microbiana, la cual se ha revelado como de gran importancia para la salud y metabolismo de los peces.
Al ajustar tanto el contenido proteico de la dieta como los métodos de alimentación, los productores podrían potencialmente fomentar una microbiota más saludable y estable en los peces, lo que a su vez podría mejorar su bienestar y reducir la necesidad de intervenciones terapéuticas.
Uno de los primeros estudios que analiza como la estrategia de alimentación como los niveles de proteína modifican la microbiota de carpa común (Cyprinus carpio) ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad Radboud en Nijmegen, Países Bajos.
El estudio también examinó las interacciones entre estas comunidades de bacterias y cómo la actividad de una enzima llamada glutamato deshidrogenasa (GDH) en el hígado, que ayuda en el metabolismo de las proteínas, está vinculada a cambios en estas bacterias. Esto indica que existe una relación compleja entre la dieta del pez, su funcionamiento interno y la salud de su intestino.
En la investigación se destaca cómo un menor contenido de proteína en la dieta aumenta la diversidad. Más interesante aún, el estudio muestra que la estrategia de alimentación por demanda, donde los peces se alimentan según su apetito natural, resulta en un microbiota intestinal con menos conexiones entre sus miembros, en comparación con los peces que se alimentan en lotes predeterminados.
En el estudio, de 21 días de duración, se utilizaron carpas de 16 gramos de peso que fueron divididas en grupos según las estrategias de alimentación: alimentados por demanda ad libitum y alimentados en lotes. También se tuvieron en cuenta los niveles de proteína en la dieta, 39% frente a 48% de proteína cruda.
Para el análisis de los datos, los investigadores utilizaron métodos de secuenciación de última generación y construyeron redes de asociación microbiana para investigar cómo las diferentes estrategias de alimentación afectaron las interacciones entre las comunidades microbianas.
El estudio, además de proporcionar información útil para el diseño de dietas para la carpa común, permite entender mejor como los productores pueden promover un microbiota más saludable y reducir desechos que se producen a través de la dieta.
Los hallazgos también ayudan a desarrollar probióticos específicos basándose en una comprensión detallada de las comunidades microbianas en el intestino de los peces.
Los conceptos generales obtenidos en este estudio son extrapolables a otras especies piscícolas, siempre que se ajusten a la biología y los requisitos dietéticos de cada especie.