
Las microalgas se han convertido en una alternativa de emprendimiento para una futura generación de jóvenes estudiantes de ciencias biológicas, tanto por su potencialidad para la producción de metabolitos de interés en nutrición humana y animal como en biorremediación de aguas residuales.
En Rusia, un grupo de investigadores ha encontrado que la transferencia de los descubrimientos científicos en el campo de la biotecnología de microalgas y sus usos puede ser de interés para aplicarlo como herramienta de emprendimiento juvenil y de desarrollo económico del país.
La generación Z, aquellos nacidos a partir de 1997, se caracteriza por ser nativos digitales, siendo el uso de los teléfonos inteligentes esencial para sus vidas. Estos jóvenes se definen por haber tenido un difícil acceso al mercado laboral, y la necesidad de emprender por sí mismos se convierte en una oportunidad.
Además, valoran la alimentación en función de la nutrición y no solo en el sabor, con mayores tasas de consumo de alimentos orgánicos.
Según las investigaciones de Microsoft, se apoyan en los dispositivos inteligentes para programar un estilo de vida saludable, controlar la actividad física y las calorías consumidas y quemadas.
El estilo de vida saludable les permite ser proactivos a consumir productos elaborados de microalgas para cosméticos y consumo de especies como Arthrospiraplatensis, Arthrospira maxima, Chlorella vulgaris, Chlorella pyrenoidosa, Chlorella sorokineana, Dunaliella salina, Nostoc pruniforme, Aphanizomenonflos-aquae, Spirulina.
Una encuesta realizada por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Volgograd muestra que el 86 por ciento de los encuestados supieron reconocer las especies de microalgas Chlorella sp y Spirulina.
De estos encuestados, el 12 por ciento aseguró estar listo para probar productos de microalgas, de los cuales, el 38 por ciento mostró su preferencia por probar la Chlorella en batidos, y sólo el 1,2 por ciento estaban preparados para un consumo regular de la microalga.
Esto pone de manifiesto que, por el momento, los jóvenes de la generación Z están familiarizados con las potencialidades de las microalgas, pero todavía están lejos de incorporarlos en la dieta.