DIVULGACIÓN

La importancia de que los peces alcancen una microbiota intestinal saludable en los primeros días de vida

Los sistemas de recirculación en acuicultura favorecen una microbiota estable y saludable

Alumna CIFP Zaporito con larvas de lisa dorada (Chelon aurata)

La microbiota intestinal en los peces se establece en las primeras etapas de su vida y determinan el bienestar y el rendimiento del crecimiento de éstos durante el resto de su vida, de ahí que en los últimos años se esté prestando un especial interés en conocer los alimentos y condiciones de cría que favorecen una colonización bacteriana ideal.

Esta microbiota ideal puede modularse de manera efectiva a través de probióticos consiguiendo aumentar la supervivencia de las larvas de peces. A pesar del gran conocimiento que se ha venido generando, existen todavía muchos aspectos sin explorar que merecen mayor atención de la academia y los formuladores de alimentos.

Se sabe, por ejemplo, que los peces comienzan a desarrollar su flota bacteriana cuando consumen el saco vitelino y abren la boca para comer. La colonización microbiana del intestino permite un desarrollo sano del tracto digestivo y una mejor absorción de los nutrientes y una mayor inmunidad innata.

Por eso cada vez se le da mayor importancia a la tecnología de cultivo y al agua circundante. Se ha observado, por ejemplo, que en los sistemas abiertos los peces tienen una composición de la microbiota diferente a los Sistemas de Recirculación en Acuicultura (RAS, por sus siglas en inglés).

En los últimos años está ganando fuerza la idea de que a través de los RAS se consigue una microbiota con mayor población de Lactobacillus, microbios cuya presencia está asociada a un buen estado de salud del pez. Y es especialmente importante en las primeras etapas de vida cuando el sistema inmunológico de las larvas se encuentra inmaduro y los peces están muy susceptibles a enfermedades.

Producir en sistemas de alto control permite reducir la probabilidad de que las bacterias oportunistas, que son aquellas que causan mayores problemas en acuicultura, ocupen nichos dentro de la flora bacteriana y causen episodios de mortalidad.

Los probióticos también favorecen la presencia de determinados lactobacillus, y ayudan al establecimiento selectivo de las bacterias que van a ayudar al desarrollo de una producción estable.

Por estas cuestiones merece la pena investigar más cómo se pueden aplicar probióticos a los sistemas de recirculación en acuicultura para mejorar la supervivencia larvaria y el posterior desarrollo de los peces en fases más avanzadas.

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