
Cualquier comida, y especialmente el pescado, nos entra primero por la vista. Se trata del primer filtro que como consumidores utilizamos para seleccionar un producto. El color, la forma o el tamaño son aspectos que deben cumplir con nuestro imaginario sobre cómo debe ser un alimento saludable.
En el caso del pescado, una muestra de su calidad es que los ojos tengan la pupilar negra y brillante, y como no, la piel de colores vivos. Un pescado que cumple con estos objetivos tiene más probabilidades de acabar en la cesta de la compra. En el caso del lenguado (Solea senegalensis), la forma también importa a la hora ganar la aceptabilidad del consumidor. Por eso, aquellos productores que consigan lenguados planos con forma elipsoidal y lanceolada perfecta aumentarán su competitividad y tendrán mayor éxito comercial.
Pero, ¿es posible conseguir peces perfectos? Un estudio realizado por investigadores del IFAPA Centro El Toruño y publicado recientemente en Animals dice que sí, es posible “moldear” la forma del lenguado utilizando la mejora genética como “herramienta esencial”.
Los investigadores han estimado los componentes genéticos de estos rasgos en condiciones de producción a escala comercial y han aportado en su trabajo datos fenotípicos y parámetros genéticos de ocho rasgos relacionados con el crecimiento y la forma.
Como señalan, “las altas heredabilidades y correlaciones obtenidas apoyan que los programas de mejora genética pueden implementarse con éxito en el caso particular del lenguado senegalés para optimizar su producción”.
La gran experiencia de estos investigadores con el lenguado les permite destacar los factores nutricionales y condiciones ambientales principales moduladores de las características morfológicas y de malformaciones en esta especie. Como señalan, los niveles altos de vitamina A aumenta la probabilidad de malformación vertebral y en la aleta caudal. La alta densidad de cultivo, superior a 29,8 kg por metro cuadrado también provoca que haya mas peces con la parte de la cabeza más ancha y una región caudal más corta. La temperatura, por encima de los 18ºC durante la cría larvaria también afecta y aumenta las anomalías vertebrales en la región caudal y el complejo caudal.
Por eso, el estudio se planteó con el objetivo de estimar los parámetros genéticos y fenotípicos para el crecimiento y los rasgos relacionados con la forma en dos etapas importantes del ciclo de producción: antes de entrar en la planta de engorde en un sistema de recirculación (RAS, por sus siglas en inglés) y en la cosecha.
Estos datos son muy valiosos para diseñar programas de mejora genética que integren en un futuro la forma del pez como parámetro de selección.
Referencia:
Israel Guerrero-Cozar, Eduardo Jimenez-Fernandez, Concha Berbel, Elena Espinosa, Manuel Gonzalo Claros, Ricadro Zerolo, Manuel Manchado. Genetic estimates for growth and shape-related traits in the flatfish Senegalese sole. Animals2021,11, 1206. https://doi.org/10.3390/ani11051206