A pesar de la sensación que se percibe de estancamiento de la producción acuícola en la Unión Europea, en la cuenca mediterránea la actividad ha tenido un crecimiento significativo. Según el informe State of Mediterranean Fisheries (SoMFi) de la FAO, en la última década la producción de acuicultura marina y aguas salobres casi ha duplicado su volumen, pasando de 455 000 toneladas en 2011 a 870 000 toneladas en 2021, un incremento de 91,3%, y subida de 2.800 millones de dólares a 4.900 millones ingresos, el 74,5%.
El número de empleos asociados con la actividad en los 14 países que han ofrecido datos fue de 97.483 en 2021. Egipto fue el país que reportó la mayor parte de la generación del empleo, sobre el 83 por ciento del total. Le sigue Francia con 5,9%, España con 3%, Turquía 2,9% e Italia 1,3%.
En la cuenca mediterránea, según señala el citado informe, los sistemas de producción empleados son: granjas marinas en viveros flotantes, en estanques y líneas de cuerda de cultivo, mientras que las especies más comunes son la dorada, la lubina y el mejillón.
Turquía, Egito y Grecia son en ese orden los principales productores, representando el 71% del total. Este importante crecimiento de la acuicultura marina en estos países, como señala el informe, están impulsando la economía local y el suministro de pescado para la región, marcando una tendencia positiva para la industria.
Los mayores incrementos de la producción se han dado en Albania, Argelia, Egipto y Turquía, mientras que, en Chipre, Francia, España e Italia, se han producido caídas de la producción en la última década.