A pesar de que producción de la acuicultura ecológica de la Unión Europea (UE-27) ha crecido entre 2005 y 2020 un 60% al pasar de 46 341 toneladas a 74 032 toneladas, el global de los datos esconde una realidad distinta a la que se podría imaginar: las especies no alimentadas, como los molusos bivalvos crecen, y las especies alimentadas como los peces experimentan caidas significativas en sus volúmenes de producción.
Un informe elaborado por EUMOFA sobre la producción ecológica en EU-27 muestran el ingente trabajo que queda por delante en la Estrategia de la Granja a la Mesa para que la contribución de la acuicultura ecológica pase del actual 6,4% hasta cumplir con el objetivo de ser el 25% del total en 2030.
Además, la actual producción ecológica con un valor de 44,8 está lejos de poderse considerar una oportunidad de negocio en la Unión Europea (UE-27).
Los mejillones ecológicos con 41 936 toneladas son el principal producto producido. Y sin embargo, solo representa el 10% del total con 409 622 toneladas. La producción ecológica de mejillón ha experimentado una evolución importante de 110% desde 2005. La producción es particularmente relevante en Dinamarca, donde representa el 73% del total, Irlanda con 34% y Alemania, 29%.
Las ostras ecológicas con 3 228 toneladas frente a las 97 544 toneladas totales son el 3% del volumen producido. Esta producción acontece casi exclusivamente en Francia, sin datos sobre el incremento experimentado.
El salmón irlandés es una excepción que confirma la regla
Las especies alimentadas como los peces se enfrentan a grandes dificultades para su expansión. Entre las principales trabas identificadas están: la baja rentabilidad y altos costes operacionales y de materias primas; falta de acciones de promoción en los mercados; una compleja regulación de la producción ecológica; y el tiempo que se demoran las nuevas licencias, entre 3 y 5 años.
Los consumidores de los países europeos tienen una visión distinta según el Estado miembro donde resida. Los más receptivos a este tipo de producción son los de países del norte de Europa y Francia, mientras que los de la cuenca mediterránea tienen una menor valoración de estos productos y, en ocasiones, se muestran confusos con la gran cantidad de certificaciones de sostenibilidad que entran en competencia con la etiqueta ecológica.
La evolución de los salmónidos como la trucha arcoíris y el salmón Atlántico ha sido desigual.
Por especies piscícolas, el salmón Atlántico irlandés es la principal especie producida con 12 870 toneladas, el 75% del total producido en la UE-27. La producción de este formato de salmón ha sido posible gracias al soporte de la administración, una fuerte y creciente de manda de salmón congelado por parte del mercado alemán y francés, y unos consumidores concienciados por la huella ambiental de este tipo de producción.
La trucha ecológica es la tercera principal especie con una producción de 4 590 toneladas de 187 936 toneladas, el 2% del total, se distribuye entre ocho Estados miembro. Francia es el mayor productor con 2 346 toneladas, el 6% del total, seguida de España con 917 toneladas de 15 806, el 6% del total. Dinamarca e Italia, grandes productores de trucha en UE-27 con 32 944 toneladas y 34 473 toneladas respectivamente, no alcanzan el 2% del total.
La dorada y la lubina ecológica con 2 750 toneladas tienen una participación de 2% respecto del total de 174 501 toneladas. El principal Estado miembro productor es Grecia con el 57 % de la producción de la UE.
La carpa es la cuarta especie con 3.562 toneladas, 4% de la producción de la UE, los principales Estados miembros son Hungría, Rumanía y Lituania. La producción en 2020 es dos veces menor que en 2015.