Un reciente estudio llevado a cabo en las instalaciones de acuicultura de la Universidad de Tesalia, en Grecia, ha mostrado resultados prometedores que permiten seguir avanzando en un futuro de sostenibilidad en la alimentación de los peces.
Los científicos exploraron el potencial de la proteína de células microbianas como alternativa sostenible a los piensos elaborados con harina de pescado en la alimentación de dorada (Sparus aurata).
El estudio, que tuvo una duración de 90 días, y en el que también participó Enric Gisbert, investigador español del IRTA, analizó el impacto de este ingrediente en el rendimiento del crecimiento de las doradas, comenzando con peces de un peso inicial promedio de 6,87 gramos. Los peces fueron alimentados con cuatro dietas distintas, con 0, 12, 15 y 18% de reemplazo de harina de pescado, con una mezcla de proteína microbiana que incluía también fuentes proteicas de levaduras y algas.
Los investigadores destacaron que estos nuevos ingredientes son perfectamente eficientes en términos de crecimiento específico y conversión alimenticia en comparación con las dietas convencionales. Además, la supervivencia y la ingesta de alimento fueron consistentes a través de todas las dietas.
Una observación que destacan los investigadores es que mientras que la digestibilidad de las proteínas se mantuvo similar entre los tratamientos, la de los lípidos mostró una ligera disminución en las dietas formuladas con mayor proporción de proteína microbiana. Sin embargo, explican, el contenido proteico del filete de pescado aumentó significativamente en las dietas experimentales, lo cual es una noticia alentadora para la industria alimentaria.
Los resultados del estudio también muestran que no se observaron efectos adversos en la histología del hígado y el intestino de los peces, un indicador clave de la salud general y el bienestar animal.
Como señalan los autores de este trabajo este avance en el conocimiento científico de los nuevos ingredientes usados en acuicultura, no solo benefician la sostenibilidad de la actividad, también la económica, demostrando que es posible mantener el rendimiento y la salud de los peces, mientras se reduce la huella ambiental. Lo cual representa “un paso hacia la acuicultura del futuro, una respuesta que respeta nuestro planeta y sus recursos”.
A medida que el mundo busca soluciones para alimentar a una población en crecimiento de manera sostenible, estos hallazgos ofrecen una vía esperanzadora. Con más investigaciones y el apoyo de la industria, los ingredientes de proteína microbiana serán clave en la transformación de la acuicultura, haciendo que sea más verde, eficiente y mejor adaptada a los desafíos del siglo XXI.