
Mucho se ha venido hablando estos días sobre el Cambio Climático y acuicultura. A pesar de los pronósticos negativos que desde alguna parte del sector se hace del futuro, la evidencia científica prevé escenarios positivos a largo plazo debido a las condiciones de temperatura y salinidad.
Un estudio recientemente publicado en ICES Journal of Marine Science muestra que se debe abordar las futuras consecuencias del Cambio Climático a través de un enfoque holístico de la situación. En este sentido, los investigadores consideran que hay oportunidades para la expansión de la acuicultura de las actuales especies cultivadas, aunque, para alguna de ellas necesitará adaptar sus zonas de producción.
Basado en el índice de idoneidad desarrollado en este estudio, la dorada, el atún rojo, la corvina y la lubina europea ampliarán las áreas de producción en la costa de Marruecos, sur de la península Ibérica, Islas Canarias y Golfo de Vizcaya. Por el contrario, otras zonas como el mar Egeo y Turquía podrían verse afectados por la subida de las temperaturas.
A pesar del positivismo generalizado para el sector acuícola, existen áreas donde se evidencian amenazadas debido al ascenso de la temperatura, principalmente para el salmón Atlántico lo que obligará a desplazar las granjas a latitudes más frías en el centro oeste y este del Reino Unido y el este de Irlanda.
El estudio también considera que una estrategia basada en plataformas marinas multiusos que combinen en un mismo espacio la explotación de energías renovables y acuicultura, generando sinergias del uso del espacio y reduciendo de esta manera el impacto en el medio marino podría ser una gran oportunidad para mejorar la toma de decisiones y ayudar en la gestión de las Economía Azul tanto a corto como a largo plazo.