Los holobiontes son sistemas biológicos complejos que comprenden un organismo hospedador, que puede ser un pez, un molusco o un crustáceo, y todas las comunidades microbianas que viven en asociación con él. Estas comunidades microbianas incluyen una amplia gama de organismos, como bacterias, virus y otros microorganismos. En el contexto de la acuicultura, los holobiontes son especialmente relevantes para el cultivo de invertebrados, porque juegan un papel fundamental en la salud y la capacidad de adaptación de las especies de moluscos y crustáceos cultivados, y constituyen una unidad constituyen una unidad evolutiva mucho más compleja.
Las comunidades microbianas asociadas a los holobiontes pueden influir en una variedad de aspectos de la biología del molusco o el crustáceo. Por ejemplo, pueden ayudar en la digestión de alimentos, fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra patógenos dañinos. Además, estas comunidades microbianas pueden contribuir a la resistencia a enfermedades y al bienestar general de los organismos acuáticos.
Por eso, en la acuicultura, comprender y gestionar el holobionte puede ofrecer beneficios significativos. Por ejemplo, al promover una microbiota equilibrada y diversa dentro de los sistemas de acuicultura, puede ser posible mejorar la resistencia a enfermedades y la productividad general. Además, aprovechar los microorganismos beneficiosos como probióticos o simbiontes, puede ayudar a mitigar los impactos de los patógenos y mejorar la salud general.
Al centrarse en la relación holística entre los huéspedes y su microbiota asociada, las prácticas de acuicultura pueden optimizarse para la sostenibilidad y la resiliencia, lo que finalmente conduce a sistemas de producción más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
La investigación ha demostrado que el uso de microorganismos naturales como tratamiento durante las etapas larvales moldean y mantienen la competencia inmunológica innata de por vida.
Entre las estrategias que pueden ser interesantes se plantea la posibilidad de utilizar la creciente cantidad de datos que describen la microbiota asociada al huésped para predecir bacterias promotoras de la salud.
Por otra parte, las últimas aplicaciones de probióticos de nueva generación son vista como una estrategia innovadora para inducir los efectos beneficiosos a largo plazo, abriendo el camino a prácticas más sostenibles y eficientes en la cría de especies acuáticas.
En definitiva, se espera que esta educación microbiana, si se aplica correctamente, induzca una protección de por vida y podría ser una estrategia natural y sostenible para proteger los esfuerzos de acuicultura de enfermedades infecciosas.