La presencia de microplásticos en el medio ambiente acuático es una preocupación creciente debido al impacto todavía incierto que estos contaminantes pueden tener sobre la vida marina.
Investigaciones recientes apuntan a que los plásticos cuando están en el mar se van descomponiendo en microplásticos de menos de 5 milímetros debido a la radiación ultravioleta, la abrasión mecánica y la degradación biológica. Estas micropartículas partículas adoptan diversas formas, siendo la más común la de fibras.
Uno de los grupos de especies más importantes a la hora de estudiar los efectos de la ingesta de estas micropartículas son los moluscos bivalvos, y en especial las ostras (Crassostrea gigas) debido a su hábito de alimentación por filtración y por ser cultivados en sistemas abiertos, expuestos a contaminantes presentes en el agua a lo largo de su ciclo de vida.
Diversas investigaciones en Europa, Asia y América del Norte confirman la presencia de microplásticos en ostras. En Florianópolis, una de las zonas más importantes en la producción de ostras en Brasil, se ha observado la presencia de microplásticos en estos bivalvos.
Los resultados del estudio, que han sido publicados en la revista científica Chemosphere, muestran la existencia de una relación entre los vertidos de aguas residuales y la presencia de microplásticos en ostras.
Según explican los investigadores, en verano, con la mayor afluencia de turistas a la costa se observa cómo empeora la situación, ejerciendo una carga adicional en el proceso regular de tratamiento de agua.
Específicamente en este estudio se detectaron altas concentraciones de alquilbencenos en los tejidos de las ostras de cultivo. Además, identificaron una relación entre coliformes termotolerantes y los contaminantes derivados de los plásticos, destacando una fuerte asociación de estos con los vertidos de aguas residuales.
Estos resultados sugieren la necesidad de mejorar los sistemas de tratamiento de aguas residuales para reducir la carga de contaminantes al mar.