DIVERSIFICACIÓN

Las estrategias de coalimentación son la clave para el cultivo de Octopus vulgaris

Vigo, 26/08/2025 | Un nuevo estudio muestra que combinar Artemia con una dieta microparticulada a base de calamar y cangrejo mejora el crecimiento y la supervivencia de las paralarvas

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Una nueva investigación sobre la fisiología alimentaria de las paralarvas de Octopus vulgaris ofrece una valiosa guía para afrontar uno de los principales cuellos de botella en la acuicultura del pulpo: la elevada mortalidad de las crías durante su primer mes de vida.

El estudio, publicado en Aquaculture International, demuestra que las paralarvas alimentadas con una combinación de Artemia y una dieta microparticulada formulada con calamar y cangrejo alcanzaron mayor actividad enzimática, mejores reservas nutricionales y un crecimiento superior en comparación con las alimentadas solo con Artemia.

Según los autores, “los cambios en la actividad digestiva y en las reservas nutricionales pueden estar asociados al tipo de alimento y al proceso de maduración del sistema digestivo, como se ha demostrado en las paralarvas de esta especie de pulpo, y proporcionan información útil para el desarrollo de dietas específicas durante esta fase de desarrollo.”

La investigación más reciente ofrece pistas concretas sobre cómo avanzar hacia un cultivo viable a gran escala. Uno de los mensajes más claros es que las dietas formuladas son indispensables. La alimentación exclusiva con Artemia no cubre las necesidades nutricionales de las crías, mientras que los piensos microparticulados que contienen proteínas nativas como calamar y cangrejo han demostrado favorecer una mejor digestión y equilibrio energético.

El estudio también subraya que la fisiología digestiva debe guiar el diseño de las dietas. Durante los primeros 30 días de vida, las paralarvas dependen principalmente de proteasas ácidas, lo que convierte a las proteínas animales de fácil digestión en la opción más adecuada para la alimentación temprana.

Otra ventaja de las dietas especializadas es que ayudan a generar reservas energéticas. Las paralarvas que recibieron la dieta combinada (Artemia más pienso microparticulado) mostraron niveles más altos de glucosa y proteínas, lo que podría reforzar su resiliencia y reducir las elevadas tasas de mortalidad que desde hace tiempo lastran el cultivo del pulpo.

Y la supervivencia sigue siendo el mayor reto. Los sistemas actuales rara vez superan el 1%, pero los investigadores destacan que incluso mejoras modestas impulsadas por una mejor nutrición podrían cambiar la economía del cultivo de esta especie de alto valor.

De cara al futuro, la hoja de ruta hacia el progreso apunta a estrategias de coalimentación que combinen presas vivas con dietas formuladas, la producción a gran escala de piensos microparticulados y el perfeccionamiento de los protocolos de criadero. En conjunto, estos pasos podrían acercar al sector a cerrar el ciclo de vida del Octopus vulgaris en cautividad y desbloquear su tan esperada proyección comercial.

Referencia:

Domingues, P., Pascual, C., Cruz-López, H. et al. Changes in enzymatic activity and nutritional reserves of cultured paralarvae of Octopus vulgaris associated with the type of food. Aquacult Int 33, 503 (2025). https://doi.org/10.1007/s10499-025-02194-3 

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