El pasado Global Shrimp Forum celebrado en Utrecht, Países Bajos, puso en evidencia que el mercado de langostinos en la Unión Europea se encuentra en momentos bajos debido a los efectos de la inflación sobre el consumo de productos del mar y podría estar inmerso en una contracción, que produciría una caída de 15% en la segunda mitad del año.
Un análisis exhaustivo de los datos ha revelado que los compradores europeos planean reducir las importaciones de langostinos durante el segundo semestre de 2023. Este movimiento está impulsado por una estrategia que busca deshacerse de las existencias acumuladas a precios más altos durante el resto del año.
Un factor determinante en esta dinámica es la optimización de costos y la maximización de ganancias. Los compradores están activamente buscando oportunidades para aprovechar al máximo sus inversiones anteriores, centrándose en la venta de existencias con márgenes de beneficio más elevados.
Esta estrategia de parte de la demanda podría afectar a diversos eslabones de la cadena de valor de los langostinos, desde proveedores hasta distribuidores y es probable que se produzcan ajustes en las estrategias de producción y almacenamiento para adaptarse a esta nueva tendencia del mercado.
Las previsiones apuntan a una fase de adaptación en el mercado europeo de los langostinos en 2023. Se alienta a las empresas del sector a monitorear de cerca esta tendencia y considerar posibles ajustes en sus estrategias de adquisición y venta. La agilidad y la capacidad de adaptación serán fundamentales para mantener la competitividad en este escenario de mercado en evolución.