
Los productores acuícolas de toda Europa podrían enfrentarse a un aumento en el coste de los piensos a partir de julio, tras la decisión de la Comisión Europea de imponer derechos antidumping definitivos a las importaciones de lisina procedentes de China. La medida, formalizada mediante el Reglamento de Ejecución (UE) 2025/1330 de la Comisión, llega tras una investigación iniciada en mayo de 2024 y fue aprobada por los Estados miembros en junio de 2025. Los nuevos derechos entrarán en vigor el 12 de julio de 2025 y se aplicarán durante un periodo de cinco años.
La lisina, un aminoácido esencial, se utiliza ampliamente en los piensos para acuicultura para mejorar las tasas de crecimiento y la eficiencia en la conversión alimenticia. Suele importarse en forma de lisina hidrocloruro, lisina sulfato o lisina líquida. Actualmente, China domina el mercado de lisina en la UE, con una cuota estimada entre el 70 % y el 79 % durante el periodo de investigación de la Comisión.
Las nuevas medidas antidumping imponen derechos que oscilan entre el 47,7 % y el 58,2 %, según el exportador. Estos se calculan como un porcentaje del precio CIF (coste, seguro y flete) en la frontera de la Unión, sin incluir derechos. Como consecuencia, se espera que el precio de la lisina en la UE aumente de forma significativa a corto y medio plazo.
Este incremento afectará directamente a las formulaciones de piensos, en especial para especies como el salmón, el camarón, la lubina y la dorada, que requieren suplementos de lisina como parte de su perfil nutricional. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la dorada necesita aproximadamente 5,0 gramos de lisina por cada 100 gramos de proteína dietética. En base a las formulaciones actuales, el impacto del nuevo derecho podría traducirse en un aumento de alrededor de 0,022 €/kg de pienso, lo que representa un incremento del 1,5 % al 1,7 %, dependiendo del precio base del alimento.
Con un precio medio del pienso de 1.111,04 €/tonelada, esto equivaldría a un aumento de unos 22,00 €/tonelada.
Aunque en términos absolutos esta subida no parezca dramática, supone una reducción en la rentabilidad tanto para los fabricantes de pienso como para los acuicultores, especialmente en un contexto marcado por el aumento de los costes energéticos, de transporte y de materias primas.
Aunque Eurolysine —único productor de lisina en la UE— prevé aumentar su capacidad de producción en un 20 % de aquí a 2027, dicha ampliación llevará tiempo. Mientras tanto, los costes estructuralmente más altos de producción en la UE respecto a China podrían seguir manteniendo elevados los precios.
Asociaciones sectoriales como CESFAC y FEFAC ya expresaron durante la investigación su preocupación por los posibles efectos indirectos sobre los costes de la nutrición animal. Si bien los impactos a largo plazo podrían mitigarse mediante la diversificación de proveedores o el aumento de la capacidad europea, en el corto plazo, los fabricantes de piensos acuícolas probablemente se enfrenten a márgenes más ajustados y a una mayor volatilidad de precios.