Las pescaderías especializadas españolas se sienten desprotegidas y sometidas a unas exigencias que hacen inviable su supervivencia. Y por esto, han decidido sumarse a las movilizaciones que se consensuen con otras organizaciones de la cadena pesquera y acuícola como CEPESCA, FNPC y APROMAR.
A través de FEDEPESCA, la organización que defiende los intereses de las pescaderías españolas se lamenta que, a pesar de estar especializadas principalmente en la venta de productos de las flotas nacionales, locales, y apostar por una oferta de pescado y marisco de temporada, no se les reconoce su papel sostenible.
Al contrario, y absurdamente, señalan, se burocratiza la sostenibilidad, al tiempo que se destruye el tejido comercial más local, sostenible y promotor de la vida saludable, apuntando desde FEDEPESCA que se está produciendo un coche entre “la economía de los papeles” y la “economía real y productiva”.
Las pescaderías, dirigidas en su mayoría por autónomos, también se ven abrumadas por las regulaciones que no consideran su tamaño ni sus especificidades, sometiéndolas a las mismas exigencias que las grandes distribuidoras, con más medios y capacidad para cumplir con registros y normativas telemáticas. Estas grandes distribuidoras, que tienen mayor capacidad de negociación con los proveedores.
También se quejan de la dificultad para “demostrar los costes reales de los productos y mantener precios rentables”.
Como ejemplo de la burocracia, proponen el Real Decreto de Envases, que imponen requisitos complejos y sanciones significativas.
A esto, como señalan, se suma una situación económica difícil, con crecientes costes y cargas adicionales que dificultan aún más su situación.
Por todo ello, señalan, es necesario un cambio para apoyar a estas pequeñas empresas y proteger el tejido comercial local sostenible.