Factores como la actividad física y la dieta juegan un papel fundamental en la regulación de funciones biológicas importantes, incluyendo el metabolismo y la respuesta antioxidante. Esto es válido tanto para los humanos como para los animales vertebrados.
Al menos esto se deduce de varios estudios realizados en peces de acuicultura que han demostrado que el ejercicio moderado tiene beneficios para su bienestar y salud.
Un estudio de investigadores de la Universidad de Estambul, en Turquía, demostró que los juveniles de trucha arcoíris sometidos a actividad de nado y la restricción alimentaria tuvieron un impacto significativo en las actividades de las enzimas antioxidantes y digestivas.
Según explican, los ejercicios regulares y controlados, como demuestra la ciencia, pueden mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes y activar el sistema de defensa antioxidante, lo cual es de gran importancia para contrarrestar el estrés oxidativo causado por el metabolismo acelerado durante el ejercicio. Por otro lado, la restricción alimentaria, utilizada a menudo para simular condiciones naturales de escasez y para controlar la calidad del tejido, podría tener efectos tanto beneficiosos como adversos.
Esta investigación es de gran importancia para desarrollar prácticas de acuicultura más efectivas y sostenibles, que no solo mejoren la producción, sino que también aseguren el bienestar de los peces en cultivo.
Diseño experimental
El diseño experimental incluyó la creación de cuatro grupos distintos de peces, cada uno expuesto a diferentes regímenes de corriente y alimentación.
Un grupo de peces se mantuvo en agua estática, sin corrientes, y una alimentación hasta saciedad, lo que generalmente representa el 2% de su peso corporal diario. Este grupo sirvió como control.
Otro grupo se mantuvo con agua estática y restricción de 25% de alimento respecto al grupo control. Esto sirvió para evaluar los efectos de la reducción de la ingesta de los peces que no tuvieron actividad física.
El tercer grupo fue sometido a corrientes de una longitud corporal por segundo de magnitud y alimentación hasta la saciedad. Lo que se buscó fue determinar los efectos del ejercicio físico en la fisiología y metabolismo de los peces sin restricción alimenticia.
El cuarto grupo realizó ejercicio de nado en condiciones de corriente de una longitud corporal por segundo y restricción alimentaria de 25%. Aquí se combinó el ejercicio físico y la restricción alimentaria.
El ejercicio moderado es positivo; la restricción alimentaria, depende
En términos generales, los resultados indican que mientras el ejercicio puede tener efectos beneficiosos sobre el sistema antioxidante de los peces, la restricción alimentaria podría mitigar estos beneficios y, en combinación con el ejercicio, podría incluso ser perjudicial.
Estos hallazgos subrayan la importancia de un equilibrio adecuado entre la nutrición y el ejercicio en el manejo de la salud y el crecimiento de las truchas arcoíris en sistemas de acuicultura.
Este enfoque permitió a los investigadores evaluar no solo las respuestas fisiológicas individuales de los peces a cada condición, sino también comparar entre grupos para obtener una visión más amplia de cómo estas prácticas de manejo podrían optimizarse en un entorno de producción.
Como señalan, el experimento refleja un esfuerzo por entender mejor los mecanismos subyacentes que regulan la salud de las truchas arcoíris, con el objetivo de mejorar las estrategias de acuicultura para promover un crecimiento saludable y sostenible. Los resultados esperados podrían ofrecer recomendaciones prácticas sobre la intensidad del ejercicio y los niveles de restricción alimentaria, proporcionando así directrices para mejorar las prácticas de cultivo en términos de eficiencia y sostenibilidad ambiental.