OPINIÓN

Ley de Desperdicio Alimentario, una oportunidad para visibilizar el papel de la acuicultura

Madrid 10/01/2024 | El Consejo de Ministros acaba de aprobar esta Ley que busca reducir el desperdicio en todos los agentes de la cadena de alimentación

Reciclar pescado

El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente la Ley de Desperdicio Alimentario, la cual obliga a todos los participantes de la cadena alimentaria a reducir y reutilizar los alimentos que no se consumen.

La iniciativa del Gobierno busca preservar los recursos naturales, además de garantizar el suministro alimentario priorizando la donación y redistribución de alimentos.

Aunque la Ley parece pensada más para un mejor aprovechamiento en los canales de distribución minoristas y HORECA. Es importante destacar que importantísimo papel que la acuicultura tiene en todo este proceso de alcanzar la reducción del desperdicio alimentario que se plantea en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.

Para quien todavía no esté informado, gracias a la acuicultura, gran parte de los co-productos generados por la industria del transformado de pescado, es ya usado en acuicultura como una vía para un mejor aprovechamiento de los recursos generados en la pesca. Por ejemplo, para la obtención de harina y aceite de pescado.

En otros casos, como el importante sector del salmón, estos co-productos son generados dentro de la propia industria, y también tienen como destino la incorporación en los piensos para peces mediterráneos.

Estos subproductos suelen incluir cabezas, espinas, vísceras y otras partes de procesado que son altamente nutritivas. Gracias a una logística bien diseñada, estos co-productos están siendo utilizados en España, y se estima que representan 30.000 toneladas de materia prima.

Este enfoque de reutilización que ayuda a reducir el desperdicio de alimentos y aprovecha al máximo los recursos disponibles, se emplea también con otros co-productos animales, de la industria porcina y avícola. Igualmente, aunque a escala de investigación, también se están evaluando diversos co-productos generados en agricultura con un gran potencial de empleo.

A pesar de que en teoría es una estrategia que funciona, no debemos olvidar que el uso de co-productos pesqueros para la alimentación en acuicultura, así como de cualquier otro co-producto, a veces es dependiente de la naturaleza de la materia prima que se emplea y disponibilidad, que hacen que, en ocasiones, sea una materia prima variable y estacional.

En la mayoría de los casos se requiere de instalaciones de procesamiento y almacenamiento que cumplan con los estándares de seguridad alimentaria y de calidad; y de un transporte y distribución que en ocasiones puede resultar costoso y complicado.

El uso de co-productos pesqueros también puede competir con la industria alimentaria humana, como, por ejemplo, la elaboración de colágenos, lo que también afecta la disponibilidad y el precio de los materiales.

Es importante, por tanto, seguir trabajando en mejores vías de aprovechamiento a través de una planificación meticulosa, inversiones en infraestructuras y tecnología, así como la colaboración entra la industria pesquera y acuícola para garantizar un suministro sostenible y de alta calidad de co-productos para la alimentación.

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