La pandemia del coronavirus ha tenido un impacto claro en todos los niveles de la cadena de suministro de los alimentos acuáticos y ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria mundial. Por primera vez en mucho tiempo, la ciudadanía tomó conciencia de la importancia del sector primario para garantizar el suministro de alimentos a la población.
Aunque el temido impacto inicial sobre el sector acuícola no ha sido como se temía, lo cierto es que el coronavirus ha servido para poner de manifiesto que aún queda mucho trabajo por hacer en las regiones y los Estados miembro para asegurar el suministro seguro de productos acuáticos. Estos desafíos atañen a las estructuras de tomas de decisiones, la necesidad de generar mayor conocimiento, y mecanismos normativos para ofrecer una respuesta rápida, entre otros.
La ciencia, por primera vez en mucho tiempo, ha estado en la mirada de los ciudadanos para comprobar que, gracias al rápido desarrollo de las vacunas, es la única vía para solucionar las crisis humanitarias y económicas.
Para comprobar cómo ha impactado el coronavirus en la actividad acuícola mundial, un equipo multidisciplinar de científicos del Mediterráneo ha analizado a través de una evaluación global rápida, los efectos de medidas de control de COVID-19 a través de encuestas a las partes interesadas, a los que se le preguntó respecto de las posibles irrupciones del lado de la oferta, vulnerabilidades y patrones de resiliencia a lo largo de la cadena de producción, pasando por el criadero, la producción y procesado, distribución y logística, y mercado.
A través de una encuesta web, los investigadores obtuvieron respuesta de más de medio millar de productores de 52 países.
El trabajo también diferenció entre el cultivo bajo techo y mar abierto, métodos extensivos frente a intensivos, con o sin cultivos multitróficos.
Los encuestados respondieron sobre soluciones de mitigación adoptadas a escala local e interna, es decir, en la granja, y que valorara la eficacia de las medidas de mitigación a escala nacional.
Las opiniones obtenidas en este trabajo, como señalan los autores, pueden servir de base para futuras respuestas que deban presentar las empresas ante desastres naturales, reforzar la resiliencia del sector y facilitar el diseño de planes de reconstrucción y medidas de mitigación, como estrategias de ayudas financieras.
En general, los productores de cultivos extensivos, tanto en tierra como en mar, fueron los que reportaron mayores pérdidas económicas, mientras que los que tienen instalados un sistema multitrófico integrado fueron los que reportaron menores pérdidas. No obstante, más que el sistema de producción, lo que marcó la diferencia fue el país, siendo los más perjudicados los productores de la India y Sudáfrica, así como los granjeros de acuicultura extensiva en sistemas lagunares de Portugal, Irlanda y Argelia, o los productores en viveros flotantes intensivos del norte de Europa. En definitiva, el sistema de producción no fue tan relevante como la zona de producción.
Esto puede deberse a que algunos productores manifestaron haber tenido dificultades y pérdidas asociadas a la logística y el mercado debido a las restricciones del transporte y la dificultad para enviar sus productos al exterior. Esta situación derivó en problemas de liquidez en las granjas debido a los altos costes de mantenimiento frente a los menores ingresos, las limitaciones operativas y los costes laborales más altos. Con respecto a la etapa de mercado, los encuestados reportaron mayores pérdidas económicas asociadas a la escasez de liquidez y caídas excesivas de precios
En la fase criadero, los principales desafíos se presentaron de parte de la escasez de suministro, mayores precios de la materia prima, dificultades de espacio para mantener la biomasa por más tiempo, interrupción del transporte y reducción de la demanda por el cierre de mercados.
La escasa oferta para el transporte parece ser el eslabón más débil del sector en las cuatro etapas identificadas de la cadena de valor. Esto hizo que el precio del transporte subiera.
El comportamiento del mercado, con cierres totales y parciales de los establecimientos de consumo de pescado y marisco, especialmente el canal HORECA (Hostelería, Restauración y Catering) que de forma repentina y prolongada fue el que mayor contracción de la demanda provocó.
Para futuras situaciones que puedan colapsar el sector, los expertos recomiendan que las empresas agrupen sus actividades y activos logísticos promoviendo instalaciones compartidas de transporte, almacenamiento y procesado para alcanzar una mayor velocidad y eficiencia, al tiempo que se reducen los costes logísticos.