
El plancton marino, y la variación de su composición química a lo largo de un siglo, podría servir para estudiar la contaminación de los ecosistemas marinos y los índices de enfermedades crónicas infantiles y en adultos, principalmente desde la década de los ochenta del siglo pasado. Diversos estudios relacionan la contaminación en los océanos y la salud humana.
El plancton marino, un conjunto diverso de organismos generalmente microalgas y pequeños crustáceos están en la base de la cadena alimentaria marina y proporcionan sustento a muchas otras criaturas acuáticas, desde moluscos, hasta peces y ballenas.
Ante esta situación, los investigadores se preguntan si se correlacionan los cambios en el exposoma del plancton - la medida de todas las exposiciones a lo largo de la vida - con la salud de los ecosistemas y la pesca.
Por el momento, como explica el autor principal del estudio, Robert K. Naviaux, se trata de un estudio piloto publicado en Science of the Total Environment en el que se ha probado la viabilidad de utilizar muestras archivadas de plancton del Continuous Plankton Recorder (CPR) Survey para reconstruir las tendencias históricas de la contaminación marina en el espacio y el tiempo.
La motivación para realizar el estudio, ha señalado el investigador, viene del alarmante aumento de las enfermedades crónicas infantiles y adultas que se ha producido en todo el mundo desde la década de los ochenta del siglo pasado.
Otra de las preguntas que surge al respecto es si pueden utilizarse las sustancias químicas de origen humano presentes en el plancton como barómetro para medir los cambios en la quimiosfera global que podrían contribuir a las enfermedades infantiles y adultas. Dicho de otro modo, queríamos probar la hipótesis de que la rápida renovación y sensibilidad a la contaminación del plancton podría convertirlo en una versión marina “del canario en la mina de carbón", detalla el investigador.
Con sede en el Reino Unido, el CPR Survey es el estudio de ecología marina de mayor duración y extensión geográfica del mundo. Desde 1931, casi 300 buques han recorrido más de 7,2 millones de millas remolcando dispositivos de muestreo que capturan plancton y mediciones ambientales en todos los océanos del mundo, los mares Mediterráneo, Báltico y del Norte y en lagos de agua dulce.
El plancton marino existe en todos los ecosistemas oceánicos. Crean comunidades complejas que forman la base de la red trófica y desempeñan funciones esenciales en el mantenimiento de la salud y el equilibrio de los océanos. El plancton suele ser efímero y muy sensible a los cambios ambientales.
Los investigadores evaluaron especímenes de plancton tomados de tres lugares diferentes en el Pacífico Norte en diferentes momentos entre 2002 y 2020, y luego utilizaron una variedad de tecnologías para evaluar su exposición a diferentes productos químicos artificiales, incluyendo productos farmacéuticos; contaminantes orgánicos persistentes (COP), tales como productos químicos industriales; pesticidas; ftalatos y plastificantes (productos químicos derivados del plástico); y productos de cuidado personal.
Según los investigadores, la cantidad de muchos de estos contaminantes ha disminuido en las dos últimas décadas, pero no universalmente y a menudo de forma compleja.
Por ejemplo, los análisis sugieren que los niveles de contaminantes orgánicos persistentes heredados y del antibiótico común amoxicilina han disminuido de forma generalizada en el Océano Pacífico Norte en los últimos 20 años, quizá en parte por el aumento de la normativa federal y la disminución del uso general de antibióticos en Estados Unidos y Canadá, pero los resultados se ven confundidos por el aumento coincidente del uso en Rusia y China.
Las muestras más contaminadas se tomaron en las zonas cercanas a la costa más próximas a la actividad humana y sujetas a fenómenos como la escorrentía terrestre. En estos lugares, se encontraron niveles más altos y un mayor número de sustancias químicas diferentes en los taxones de plancton que viven en esos entornos cercanos a la costa.
Los autores afirman que su proyecto piloto señala el camino hacia una investigación de seguimiento diseñada para examinar las correlaciones entre el exposoma del plancton, las relaciones depredador-presa y las pesquerías afectadas.
"Es necesario que epidemiólogos y ecólogos marinos lleven a cabo estudios de seguimiento para comprobar si la exposición al plancton está relacionada con tendencias médicas importantes en poblaciones humanas cercanas, como la mortalidad infantil, el autismo, el asma, la diabetes y la demencia, y de qué manera", señala el investigador.