La producción ecológica de salmón Atlántico puede ser una buena opción estratégica tanto para mejorar los ingresos como para reducir los gastos, a pesar que las empresas deben incurrir en costes más elevados. Así lo revela un reciente estudio comparativo de investigadores de la Universidad Ártica de Noruega.
Por un lado, los precios de venta de estos productos son más alto y se enmarcan en el nicho premium de mercado. Por otro lado, las operativas son más eficientes y se adhieren a estándares más estrictos de sostenibilidad y certificación, y se adopta una cultura de mejora continua y mejores prácticas de producción.
Para recomendar esta estrategia, los investigadores Kristian Waerness y Bernt Arne Bertheussen, a través del estudio “Organic salmon farming – A profitable differentiation strategy”, analizaron y compararon datos financieros de seis compañías noruegas productoras de salmón entre 2009 y 2020. Los mayores beneficios son atribuibles por parte de los investigadores gracias a que en este tipo de producción se hace una gestión rigurosa del riesgo biológico, que reduce significativamente las tasas de mortalidad del salmón.
Desafiando la visión tradicional de que las estrategias de diferenciación y bajo costo son mutuamente excluyentes, el estudio sugiere que una combinación de ambas puede ser viable y altamente rentable. Esto es particularmente relevante en una industria dominada por la producción de salmón estandarizado, donde solo dos de más de cien empresas han adoptado la producción ecológica como una estrategia diferenciadora.
Como datos claves, los investigadores destacan que las empresas en términos de ROS, superan en promedio el 35,91%, frente al convencional nacional que es de 22,48%
A pesar de que los costes de producción del salmón ecológico suelen ser un 20-30% más altos que los del salmón convencional, la empresa ecológica analizada logró mantener los costes de producción más bajos, con un promedio de 25,45 NOK por kilogramo, en comparación con el promedio nacional de 28,87 NOK por kilogramo.
La clave está en la tasa de mortalidad. La empresa de producción ecológica logró una tasa de mortalidad significativamente baja del 5%, en comparación con la tasa promedio nacional de mortalidad de más del 15%.
A esto se añade que el precio de venta significativamente más alto por kilogramo, con un promedio de 41,28 NOK, superando el promedio nacional de 37,97 NOK por kilogramo. Entre 2018 y 2020, la empresa logró un precio promedio de 59,49 NOK por kilogramo, lo que representa un premium de aproximadamente 10 NOK por kilogramo.
La gestión eficaz del riesgo biológico y las prácticas estrictas de bienestar animal, como la menor densidad de cultivo, contribuyeron a una mejor salud de los peces y menores tasas de mortalidad, resultando en costes de producción más bajos a largo plazo. Las prácticas de producción ecológica, que incluyen una densidad de población de 10 kg/m³ frente a los 25 kg/m³ en la producción convencional, facilitaron el control de enfermedades y redujeron los costos asociados.
El estudio sugiere que, con la creciente demanda global de alimentos ecológicos, los productores de salmón en Noruega deberían considerar esta modalidad de cultivo como una estrategia viable para mejorar la rentabilidad y mantener una posición competitiva en el mercado.
La adopción de la acuicultura ecológica, a juicio de los investigadores, podría ser una respuesta efectiva a las tendencias del mercado y a los cambios regulatorios impulsados por la Unión Europea, que busca fomentar el crecimiento de la acuicultura ecológica.