
El consumo de moluscos bivalvos como ostras, mejillones o almejas, además de ser una delicia gastronómica, y en algunos casos entran en la categoría de “afrodisiácos”, son un tesoro del mar vivo, ricos en nutrientes esenciales, con una alta proporción en proteínas y bajos en grasas, con propiedades beneficiosas para la salud como la vitamina B12 y D, Omega-3 y minerales como el selenio, el cobre y el zinc. Las ostras además son consideradas fuente natural de potasio y magnesio.
Al consumo de bivalvos se les atribuyen propiedades como que permite reducir la presión arterial, estimulan la circulación sanguínea y la oxigenación. Los que los consumen se benefician la calidad de sus péptidos que ayudan a mantener hábitos de vida saludable y contribuyen a mejorar la actividad metabólica, a reducir la oxidación celular, mantener el equilibrio de los lípidos y un sistema inmunológico fortalecido.
Para que su consumo se convierta en una estrategia nutracéutica segura, es muy importante que el desarrollo de estos organismos se haga en las mejores condiciones y bajo monitorización permanente, algo que solo se consigue a través de métodos de producción en acuicultura.
Al ser organismos filtradores, los moluscos bivalvos pueden portar contaminantes y metales pesados indeseables si proceden de zonas de captura no controladas. Por eso, es importante apostar por la acuicultura y un cultivo que esté libre de metales pesados, algas tóxicas y microbios dañinos para la salud humana.
Como ya se ha mencionado, los péptidos de estos moluscos tienen propiedades bioactivas antioxidantes, antimicrobianas, antihipertensivas, estimulantes de la reproducción sexual, antiinflamatorias y anticancerígenas. De ahí que haya grupos de investigación que han apostado por seguir avanzando en el estudio biotecnológico de péptidos con propiedades nutracéuticas. Estos se pueden obtener a través de diversas vías, siendo las más empleadas la hidrólisis enzimática, fermentación microbiana o síntesis química.
A pesar de las propiedades nutracéuticas demostradas de los moluscos bivalvos y que la tecnología asociada a su obtención se ha vuelto más sofisticada, todavía son escasos los productos comerciales disponibles en el mercado óptimos para la salud o la elaboración de caramelos. Aunque lo cierto es que queda mucho camino por avanzar en la tecnología de purificación y el conocimiento sobre el rendimiento en humanos.
Actualmente, muchas de las propiedades conocidas de ciertas secuencias de aminoácidos se han experimentado in vitro y no están respaldados por estudios médicos cualificados.
En el futuro cabe esperar que muchas secuencias de aminoácidos extraídas de los moluscos bivalvos sirvan para el tratamiento de enfermedades. Pero, mientras ese día llega, habrá que seguir perfeccionando los métodos de cultivo, la rentabilidad y la investigación, para un procesado y comercialización rentable.