La Asociación de Piscicultores Italianos (API) ha conseguido la confirmación por parte del Ministerio de Infraestructuras y Transportes (MIT) de Italia de que la maricultura no está incluida en la Directiva Bolkestein de la Unión Europea, que es como es conocida la directiva 2006/123/CE.
Esta exclusión, impulsada por la gestión de la API, libera al sector de las regulaciones más generales y restrictivas que impone esta directiva europea a otros servicios, permitiendo una gestión más flexible y adaptada a las necesidades específicas del sector acuícola italiano. Al mismo tiempo, la exclusión de la actividad permite un enfoque conservador que protege al sector de posibles impactos negativos de una liberalización excesiva.
A nivel práctico, la exclusión permitirá la expansión de las operaciones acuícolas al no estar restringidos por una directiva que podría limitar la asignación de nuevas concesiones o la renovación de las existentes bajo criterios uniformes europeos, pudiéndose ajustarse mejor a las condiciones y necesidades locales, algo que se ha venido reclamando por parte de la API en los últimos años.
La posibilidad de aumentar la producción nacional de productos acuáticos, según señaló al respecto el presidente de la API, Pier Antonio Salvador, va en línea con el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones que satisfagan la demanda de productos del mar. Esto es especialmente relevante considerando que actualmente solo el 20% de los pescados consumidos en Italia son de producción nacional.
La decisión, añade, también proporciona seguridad jurídica a los maricultores, ya que elimina la incertidumbre sobre cómo se regulan las actividades. Esto puede ayudar a planificar y realizar inversiones a largo plazo sin temor a cambios abruptos en la regulación que podrían afectar negativamente su operatividad y rentabilidad.
La API también destaca que la maricultura italiana sigue altos estándares de calidad y prácticas sostenibles y, esta clarificación por parte del Ministerio, permite que continúen adoptando y mejorando estas prácticas sin el obstáculo de regulaciones que no consideren las particularidades del sector.
Además, con menos restricciones regulatorias y mayor claridad legal, es probable que se fomente la innovación dentro del sector. Los maricultores podrían explorar nuevas tecnologías y métodos de cultivo que mejoren la eficiencia y la sostenibilidad de sus operaciones.
En definitiva, esta decisión marca un paso significativo hacia adelante para el fortalecimiento y desarrollo del sector de la maricultura en Italia, potenciando su capacidad para crecer de manera sostenible y de manera competitiva a nivel nacional e internacional.
La situación en España de esta directiva
A diferencia con Italia, en España esta Directiva se ha ido adaptando a través de transposiciones y cambios normativos que regulan la acuicultura en las distintas Comunidades Autónomas. Por ejemplo, Andalucía y Galicia, dos regiones con importante producción en acuicultura y donde las competencias están transferidas, adaptaron esta Directiva promoviendo un desarrollo acuícola más eficiente y sostenible en el territorio.
Estas diferencias entre países subrayan cómo las regiones dentro de la UE pueden adaptar la Directiva Bolkestein de maneras diferentes según sus prioridades económicas y sectoriales locales, mostrando un balance entre integración europea y protección de sectores clave.