Los dos días de duración de la feria Aquafarm, en Pordenone, Italia, un evento que se ha convertido en un punto de encuentro para los profesionales de la acuicultura italiana y para los que operan en el ámbito mediterráneo, han servido para abordar, una vez más, todos los aspectos que preocupan e interesan a los productores.
Es interesante visitar este tipo de encuentros porque descubres que los piscicultores del Mediterráneo, quizá por los lazos culturales que nos unen, compartimos muchos de los desafíos que hacen que la acuicultura no se desarrolle en todo su potencial.
De entre todos los temas necesarios para seguir avanzando, el correcto etiquetado de los productos del mar y los plazos para las concesiones marítimas para ejercer la actividad, sin ser los únicos, destacan entre los más importantes en los que trabajar en la acuicultura italiana. Básicamente, lo que ocurre en España.
Los profesionales de la Asociación de Piscicultores Italianos, han explicado, en sus diversas intervenciones en AquaFarm que, el tratamiento de un etiquetado preciso y transparente es esencial y debe ser promovido en los restaurantes y extendido a todo el sector HORECA (Hostelería, Restauración y Catering). De esta forma, como explicaron, los consumidores tendrán acceso a una información que les permitirá valorizar “las propias producciones” que son vistas por los italianos como “más saludables y seguras” que aquellas que son importadas de terceros países.
El otro punto importante que ha sido tratado es el de la necesidad de mejorar los plazos para obtener una concesión, y los plazos para operar. Como explican, para obtener una concesión administrativa para actuar en el dominio marítimo los plazos burocráticos se prolongan demasiado. Y, por el contrario, los plazos adjudicados para operar son muy cortos.
Estos últimos plazos de licencia son insuficientes ya que, como recuerdan, la acuicultura es una actividad productiva que requiere “inversiones importantes” y, sin unos plazos que se ajusten a estas inversiones, difícilmente se podrá desarrollar como es necesario.
El sector de la acuicultura, señalan desde la API, es esencial desde el punto de vista socioeconómico, y también ambiental. Por eso, es importante que se revisen las estrategias de la Unión Europea para este sector.
La comunicación de la acuicultura a la sociedad es también otro de los puntos en los que se ha profundizado y en el que se debe trabajar e introducir en la agenda política.
Parte de los problemas a los que se enfrenta el sector, como han señalado, vienen en parte generado por la falta de conocimiento que el público tiene sobre qué es la acuicultura y qué beneficios se pueden obtener en su desarrollo en términos de seguridad y soberanía alimentaria.