Los subproductos de la uva, como la piel, las semillas y los tallos, generados como subproductos después de la elaboración del vino, contienen una amplia variedad de compuestos beneficiosos, como polifenoles, antioxidantes y fibra dietética.
En un estudio reciente, investigadores italianos de la Universidad de Camerino, aportan nuevos datos sobre el potencial de estos subproductos de la uva incluidos como aditivos nutricionales en la mejora de la salud intestinal, el crecimiento, el desempeño y la calidad del producto final en acuicultura en varias especies de interés.
Los resultados han sido publicados en la revista científica Heliyon y sugieren que, estos subproductos, pueden ser una inclusión valiosa a las dietas acuícolas de especies mediterráneas como la lubina (Dicentrarchus labrax), la dorada (Sparus aurata), la lisa (Mugil cephalus) o la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss).
Otra especie importante producida en varias regiones del planeta, como la tilapia del Nilo, así como otras difusas en Asia como la lubina manchada (Lateolabrax maculatus), o el mero manchado (Epinephelus fuscoguttatus).
Entre los beneficios destacan la mejora de la respuesta inmune y antioxidante de los peces, especialmente al reemplazar las dietas con fuentes vegetales y alternativas a las convencionales. Los estudios han demostrado impactos tanto en el rendimiento del crecimiento como en la mitigación de la enteritis subaguda inducida por la harina de soja.
Con los subproductos de la uva se han observado mejoras en parámetros como la proteína cruda corporal, la actividad de lisina y albúmina, así como reducciones de lípidos corporales, triglicéridos, colesterol total y actividades de las enzimas importantes para evaluar la función del hígado.
En términos de calidad del filete y carne se observó que los peces alimentados con el aditivo de uva aumentaron el epitelio, densidad celular calciforme, altura de las vellosidades intestinales y actividad bactericida contra Yersinia ruckeri en truchas arcoíris.
Además, como señalan en el estudio, se ha registrado una mejora en marcadores bioquímicos como glucosa y productos de peroxidación lipídica.
Algunos datos sobre el potencial de uso de estos subproductos de uva
Los subproductos de uva tienen una alta disponibilidad y son adecuados para aplicaciones de economía circular. Los datos muestran que, a partir de una tonelada de vid después del procesado, se pueden obtener entre 130 a 200 kilogramos de orujo, entre 30 a 40 kilogrmaos de tallos y 15 a 60 kilos de lías de vino.
A nivel mundial, aproximadamente el 75% de la producción de la uva producida se destina a la fabricación de vino. El orujo sin semillas constituye aproximadamente entre el 48 y el 62% del total, siendo una fuente de fibra dietética y compuestos fenólicos, mientras que la semillas representan aproximadamente el 38 a 52%, siendo principalmente una fuente de aceites ricos en ácidos grasos insaturados.
Procesados de forma adecuada para obtener extractos bioactivos tienen un gran potencial de aplicación como aditivo de los piensos. Estos extractos son ricos en polifenoles, resveratrol, ácidos fenólicos y otros compuestos con propiedades antioxidantes y beneficiosas para la salud.