
Necesitamos seguir desarrollando la acuicultura de manera sostenible y esperamos que esta crezca aproximadamente un 22% hasta finales de esta década. Incluso así, no será suficiente para alimentar a una población en crecimiento. Por lo tanto, señala el Director de Pesca y Acuicultura de la FAO, Manuel Barange, necesitamos apoyar a los países para que desarrollen la acuicultura de manera más efectiva.
En su discurso por el Día Mundial de los Océanos, Manuel Barange ha querido recordar que los océanos son clave para la seguridad alimentaria mundial, de los que viven en el mundo más de 600 millones de personas, y es esencial “para transformar los sistemas agroalimentarios.
Como científico marino de alto nivel, su papel dentro de la FAO es el de apoyar a los países a liderar una Transformación Azul con el fin de expandir de manera sostenible los sistemas de alimentos acuáticos en beneficio de las personas y el planeta.
Los océanos, como señala, deben ser vistos como una solución a nuestros problemas. Son fundamentales para la estabilidad del clima, ya que absorben una cuarta parte de las emisiones de carbono que emitimos y el 90% del calor que generamos. Además, ocupa tres cuartas partes del planeta y el 90% del espacio habitable para cualquier animal o planta.
Francamente, señala Manuel Barange, puedo decir que no hay un solo problema que tengamos en la actualidad, ya sea el cambio climático, la seguridad alimentaria o la pobreza, que pueda resolverse “sin considerar al océano como parte de la solución".
"Somos parte del océano; no estamos separados del océano. El Día del Océano se convierte en nuestro día, el Día de los Humanos. El día en que buscamos soluciones", añade.
Los alimentos acuáticos son una oportunidad, no solo por el volumen de producción, también por su composición nutricional.
En el desafío de alimentar una población cada vez mayor con productos acuáticos la acuicultura es la única que tiene capacidad para seguir creciendo. Lo viene haciendo en las últimas cinco décadas, pasando prácticamente de cero hasta igualar la capacidad de la pesca para proveer de alimentos.
Tenemos que aceptar que los alimentos acuáticos son parte de la solución para acabar con el hambre y la malnutrición.
Dentro de la Transformación Azul, tenemos que tener en cuenta la contribución de la acuicultura; la necesidad de someter a todas las pesquerías a una gestión efectiva; y desarrollar las cadenas de valor de los alimentos acuáticos, reduciendo las pérdidas y el desperdicio; facilitar el acceso de los productos a los mercados regionales y globales; crear conciencia entre los consumidores sobre el valor de los alimentos acuáticos e incorporar los alimentos acuáticos como parte de las estrategias nacionales de nutrición.
"Todos estos procesos, combinando una mayor producción, una mejor producción y un mejor uso, es de lo que trata la Transformación Azul".
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