Un tribunal en Noruega ha desestimado la demanda de la multinacional Mowi, el mayor grupo salmonero del mundo, contra el impuesto a la renta del suelo, conocido coloquialmente como “el impuesto al salmón” que grava las actividades acuícolas en el país.
El impuesto, introducido recientemente en la legislación tributaria noruega, representa a juicio de los acuicultores una violación de la constitución del país, así como de las normas del Área Económica Europea.
Según ha alegado Ivan Vindheim, CEO de Mowi Group, en diversas ocasiones el impuesto afecta significativamente las operaciones de la empresa, dándoles una desventaja competitiva frente a los pequeños granjeros, especialmente cuando Mowi tiene que comprar concesiones e invertir. Según el régimen del impuesto, se incluye una deducción de 70 millones de NOK, aproximadamente 6 millones de euros, después de la cual cualquier ingreso extra se ve gravado con el impuesto.
Mientras que Mowi alega que se trata de un impuesto ilegal, los abogados del Estado noruego argumentan que está dentro de la ley, ya que tiene un enfoque de tributación progresiva y que la demanda de la multinacional salmonera es “prematura”, ya que aun no ha recibido una decisión fiscal de las autoridades.
Con el rechazo de la demanda, toca a Mowi mover ficha. La compañía tiene un mes desde la notificación para presentar una apelación.
El CEO de Mowi ha expresado públicamente su malestar deseando que los políticos noruegos “eventualmente logren razonar”.