Noruega lanza una red nacional de especies de bajo nivel trófico

AquaVitae, Philip James con algas | Emil Brermnes, Nofima

El NOFIMA, uno de los principales centros de investigación de acuicultura de Europa, ha lanzado con apoyo financiero del Consejo de Investigación de Noruega la primera red nacional de especies de acuicultura de bajo nivel trófico.

Se trata, como informan, de una forma de contribuir a la inversión en acuicultura de especies como los erizos, los moluscos bivalvos o las algas que tienen alto potencial nutricional como alimento, ingredientes para piensos o biotecnológicos y suelen tener una consideración de “baja emisión de gases efecto invernadero” o son actualmente recolectados o cosechados del medio silvestre.

El objetivo, como explican desde NOFIMA es que, junto a sus socios: la Universidad de Tromsø, NORCE y Bellona, contribuir a que la industria acuícola pueda acceder a la última investigación, tecnología y prácticas de acuicultura de bajo nivel trófico.

El mundo, como ha señalado al respecto Bente Torstensen, consejero delegado de NOFIMA, una de las entidades impulsoras de la iniciativa, el mundo “necesita de alimentos y piensos”. En un planeta en constante aumento, señala el investigador, debemos contribuir a la producción de alimentos. Las especies de bajo nivel trófico son recursos que deben convertirse en “muy importantes” en el futuro próximo, indica.

La iniciativa busca, según explica, poner a colaborar a todos esos pequeños grupos que están trabajando con especies de bajo nivel trófico. En la red podrán, entre otras actividades, compartir planes y experiencias. Muchos creen que estas especies tienen el potencial de generar “miles de millones de dólares en los próximos años”.

Al compartir objetivos comunes, la red espera poder colaborar con la Asociación Noruega de Algas. Petter Olsen, investigador senior de NOFIMA asegura que la acuicultura de especies de bajo nivel trófico se está desarrollando a “plena velocidad”. Existe el interés de muchas empresas emergentes que quieren aprender más sobre las distintas especies. Nuestro objetivo, añade, es “comenzar con una conferencia en Tromsø que pueda proveerles de nuevos conocimientos”.

La idea, como señalan es contribuir también a proporcionar ingredientes de bajo nivel trófico para la fabricación de piensos. Uno de los ingredientes más utilizados en la actualidad en la alimentación de los salmones que han hecho famosa la piscicultura noruega es la soja, una materia prima terrestre que debe ser importada.

La producción de materia prima de bajo nivel trófico, como explica Mari Bjordal de Bellona, una de las entidades participantes de la iniciativa, puede ayudar a reducir las emisiones y hacer que el pienso sea más sostenible. Además, las fuentes marinas suelen ser ricas en omega-3, minerales y vitaminas de alta calidad para la piscicultura. Son buenos tanto para los peces como para las personas.

Como señala Bjordal, estas especies de bajo nivel trófico tienen un “gran potencial” y pueden contribuir con alimentos nutritivos y otros recursos biológicos para los cuales tenemos una necesidad creciente. Además, su producción ejerce poca presión sobre recursos valiosos como agua dulce, fertilizantes y tierra de cultivo. Por si esto fuera poco, algunas especies nos pueden ayudar a abordar desafíos actuales que tenemos con concentraciones excesivamente altas de nutrientes en ciertas áreas costeras.

Muchas especies de bajo nivel trófico, como señala, son nuevas en Noruega.