
Londres 25/05/2020 - La acuicultura mundial alimentada está siempre bajo cuestión por la necesidad de incluir en sus dietas ingredientes marinos de origen extractivo. Para medir la dependencia a estos ingredientes, hace años se acuñó el término Fish-in Fish-out (FIFO) que representa la cantidad de peces usada para producir 1kg de peces de acuicultura. Este término, después de ir evolucionando como concepto, se ha convertido en la métrica principal utilizada para medir el impacto sobre las especies silvestres de las cultivadas.
Lejos de ser un ratio aceptado por las partes en conflicto, tiene sus detractores por la gran controversia que genera, los distintos enfoques empleados, y que conducen a estimaciones excesivas o insuficientes sobre la dependencia real de la acuicultura a estos ingredientes marinos.
En un reciente estudio en el marco del proyecto europeo H2020 GAIN, y que ha dado como resultado la publicación en la revista Aquaculture del artículo “Fish as Feed: Using economic allocation to quantify the Fish in – Fish out ratio of major fed aquaculture species”, los investigadores proponen un método alternativo para calcular eFIFO basándolo en el principio de asignación económica, alineándose de esta manera en las evaluaciones del ciclo de vida, convirtiéndolo en una representación del valor nutricional de los ingredientes, otorgándole mayor importancia a los subproductos más limitantes generados y su demanda relativa. Además, con esta asignación económica se evita el doble recuento de los recursos pesqueros, mientras que da un impacto relativamente mayor al ingrediente del pienso más limitante.
La sustitución de ingredientes marinos por ingredientes alternativos ha reducido significativamente la cantidad de harina y aceite de pescado en las formulaciones de dietas para especies acuícolas alimentadas, siendo una relación FIFO que desciende continuamente. Sin embargo, la harina y el aceite de pescado sigue siendo necesario en varias fases del proceso de producción, principalmente en las fases larvarias y juveniles de algunas especies de carnívoros.
Los ingredientes marinos no solo confieren un equilibrado balance de aminoácidos, también micronutrientes importantes como vitaminas, minerales y lípidos. Otros valores de estos ingredientes están asociados a la digestibilidad y la palatibilidad de los piensos, lo cual es particularmente importante en estados tempranos del proceso de crianza en muchas especies.
Siendo la harina y el aceite de pescado importantes por sus características nutricionales anteriormente descritas, la sustitución del aceite de pescado ha pasado a convertirse en el mayor reto de la industria de fabricación de alimentos para peces y crustáceos por satisfacer los requerimientos de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega 3 (EPA y DHA), fundamentales para el metabolismo y fisiología de los peces en sus primeras fases de desarrollo, y de gran importancia para los consumidores y que condicionan la decisión de compra de determinadas especies.
Los resultados presentados en este trabajo muestran que la mayoría de los grupos de especies acuícolas evaluados son productores netos de pescado, mientras que en el caso de los salmónidos, como el salmón Atlántico y la trucha arcoíris, tienen una producción neta de pescado (lo que entra es lo que sale). Solo la anguila es una especie que consume mas biomasa de pescado de la que produce.
En general, según recoge el trabajo, la acuicultura mundial alimentada produce de tres a cuatro veces más pescado del que consume y, si tomamos los datos históricos del precio del aceite de pescado frente a la harina de pescado, el relativo mayor precio del aceite de pescado conduce a relativizar una mayor asignación del pescado al aceite de pescado en comparación con la harina de pescado.
Además, a medida que se va avanzando en nuevas fórmulas y a materias primas alternativas, la dependencia a estos ingredientes marinos va bajando, como se demuestra por hecho de que hasta ahora la producción acuícola no ha necesitado de mayores cantidades de ingredientes marinos, cuya producción se mantiene estable. El alineamiento de la industria con la economía circular y el mayor aprovechamiento de subproductos de la industria transformadora de la pesca, ha permitido incorporar mayores volúmenes de ingredientes marinos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que se sigue investigando en la mejor manera de usar estratégicamente la harina y el aceite de pescado en las dietas comerciales para optimizar su alto valor nutricional. Igualmente, estos avances también se están dando en el uso de subproductos, en reconocimiento a su valioso valor como ingredientes.
Los investigadores inciden en que es imperativo que los modelos se basen en datos sólidos que reflejen con precisión la demanda y la oferta para crear escenarios más efectivos y objetivos para la utilización de ingredientes marinos en acuicultura.
Esta herramienta permitiría a los responsables políticos y a las personas de la industria tomar decisiones bien informadas. Dicha estrategia, además, contribuye al crecimiento sostenible de la industria de la acuicultura y su papel crucial en el sistema alimentario mundial y seguridad nutricional, siendo una fuente valiosa de nutrientes esenciales en la dieta humana.
Por último, es importante indicar que un cambio de ingredientes marinos por otro terrestres como el que implica utilizar harina y aceites vegetales, no hace otra cosa que aumentar la presión sobre los recursos agrícolas que se destinan para consumo humano directo, hace un mayor uso del agua, la tierra y el fósforo, con sus propias implicaciones socioeconómicas y ambientales, e interacciones poco estudiadas entre el impacto terrestre y acuático.
Referencia:
Björn Kok, Wesley Malcorps, Michael F. Tlusty, Mahmoud M. Eltholth, Neil A. Auchterlonie, David C. Little, Robert Harmsen, Richard W. Newton, Simon J. Davies. Fish as feed: Using economic allocation to quantify the Fish in – Fish out ratio of major fed aquaculture species. Aquaculture https://doi.org/10.1016/j.aquaculture.2020.735474