ESTUDIO

Nuevos datos apuntan a la necesidad de equilibrar la proporción de EPA y DHA en piensos para salmón Atlántico

Noruega 16/08/2023 | El estudio busca contribuir con nuevos datos a ajustar las dietas de salmón para mejorar el rendimiento productivo, la salud y bienestar de los peces

Salmones adultos bajo el agua

Mantener un equilibrio adecuado en ácidos grasos poliinsaturados omega 3 de los tipos EPA y DHA es esencial para tener peces sanos, que crezcan adecuadamente y tengan una buena calidad nutricional.

Muchas son las investigaciones que se están realizando en diversas especies, siendo la mas estudiada el salmón atlántico. Conscientes de que la importancia de tener un equilibrio adecuado de EPA y DHA investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología han publicado los resultados de un estudio en salmones en la revista Aquaculture.

El estudio tuvo por objetivo demostrar que dietas con un mínimo de 10% de EPA y DHA del total de lípidos en la dieta y una proporción equilibrada de estos puede garantizar un crecimiento óptimo y mejorar el estado general de salud y bienestar en salmón Atlántico, mientras se mantiene la calidad nutricional del producto final para el consumidor.

La importancia de hacer un uso adecuado de estos ácidos grasos no solo es una cuestión de rendimiento productivo, también hace necesario ajustar bien las proporciones debido a que son un recurso limitado.

En el estudio, los investigadores abordaron esta problemática experimentando con diferentes proporciones de EPA y DHA en salmones.

Un estudio reciente abordó la creciente preocupación sobre la escasez de estos ácidos grasos en piensos acuícola, particularmente los EPA. Por eso utilizaron diferentes proporciones y estudiaron cómo afectaban la salud y el bienestar cuando su presencia en los piensos es de menos del 10% del total de ácidos grasos.

El estudio de ocho semanas de duración, se llevó a cabo en la Estación de Investigación de Matre, en Noruega. Utilizaron 700 ejemplares de salmón de AquaGen en fase post-salmón de aproximadamente 194 gramos. Se tomó como referencia las ocho semanas ya que en este periodo de tiempo los peces doblan su peso.

Después de las ocho semanas de alimentación, los peces fueron vacunados. Posteriormente, fueron vacunados durante otras tres semanas. El objetivo de esta parte del ensayo fue determinar como afectó el hecho de la vacunación a la formación de heridas o llagas de invierno. Estas marcas en los salmones están consideradas como parte de los 10 principales problemas relacionados con el bienestar y la mortalidad de los peces, afectando su precio final de mercado debido a una “devaluación” de su calidad.

Aunque los resultados no mostraron diferencias significativas en el desempeño de los peces alimentados con diferentes dietas durante las primeras ocho semanas, la composición de ácidos grasos en músculos blancos y riñones si estuvieron influenciados por la dieta. Esto sugiere, como señalan los investigadores, que la proporción de EPA y DHA “podría ser crucial para la salud y el bienestar del salmón Atlántico”.

Se observó que, por ejemplo, los peces alimentados con los piensos experimentales tenían la proporción más alta de EPAy DHA y mostraron un menor número de peces heridos al final del periodo de crecimiento post-vacunación.

Sin embargo, uno de los hallazgos más relevantes es que la sustitución parcial de aceite de pescado por aceite de algas en el alimento para salmones ayudó a lograr un equilibrio adecuado de EPA y DHA. Esta adaptación no solo beneficia la salud y bienestar de los peces, sino que también sugiere un cambio hacia una acuicultura más sostenibles y productiva.

Estos hallazgos buscan contribuir a que los profesionales de nutrición acuícola elaboren nuevas directrices en nutrición acuícola. Aunque existe muchos estudios que abordan la problemática de los omega-3 en los piensos de acuicultura, todavía son necesarios más estudios que permitan definir de manera más adecuada la inclusión en los piensos dependiendo del ciclo de vida, desde el desarrollo larvario hasta la fase de engorde.

Como conclusión final, los investigadores establecen que una dieta que contenga al menos el 10% de EPA y DHA del total de ácidos grasos, y una proporción de EPA:DHA de 0,5 puede regular genes relacionados con el sistema inmunológico que respalda una mejor resistencia a enfermedades. Cuando la proporción de EPA:DHA es de 1.0, la dieta “podría potenciar el estado general de salud y bienestar de los peces”.

Referencia:

Ester Santigosa, Rolf Erik Olsen, Angelico Madaro, Liv Søfteland, Ian Carr. The impact of varying EPA:DHA ratio on Atlantic salmon health and welfare. Aquaculture

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