La segunda edición del Plan Nacional de Seriola, PLANASER 2.0, buscará la consolidación del cultivo de la especie (Seriola dumerili) en España, posicionándonos como referente en Europa mediante la innovación en la alimentación y la nutrición en los procesos de cultivo.
Además, como han señalado desde el proyecto, se busca alcanzar el objetivo de diversificar la industria acuícola española con una especie demandada gastronómicamente. Sobretodo, como señala Javier Roo, coordinador del proyecto y representante de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en países como Japón, Corea o China.
En este proyecto participan, además, la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI), impulsoras de la iniciativa, con la colaboración de la Universidad de Cádiz (UCA), el Centro Tecnológico de la Acuicultura (CTAQUA) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Desde el proyecto destacan también la importancia de la cooperación público-privada y la transferencia de conocimiento a la sociedad se ve reflejada en la participación de socios como el Grupo AVRAMAR, empresa con la que se validarán las pruebas de envío de huevos desde Canarias para el desarrollo de experiencias de cría larvaria o la empresa ACUIPALMA, localizada en la isla de La Palma.
Javier Villa, director de FEED e I+D de Grupo AVRAMAR asegura que en PLANASER 2.0 sería un hito “para conseguir un segundo criadero en España con capacidad para producir juveniles en cantidades industriales”.
PLANASER 2.0 también apoyará el desarrollo tecnológico, la innovación y la transferencia de conocimiento a las empresas de ámbito nacional, reduciendo la brecha entre universidad y empresa. “Trasladamos el conocimiento a las empresas para tener una aplicación práctica”, añade Miguel Torres, investigador de CTAQUA.
La producción nacional de seriola a nivel comercial sigue enfrentándose a grandes obstáculos, como son la escasez de suministro de juveniles de la especie. “Para dar respuesta a ese reto, se promoverá la obtención sostenible de puestas fuera del periodo de reproducción natural, la mejora nutritiva y la estandarización de las dietas comerciales y, sobre todo, el bienestar y salud de los reproductores”, explica el coordinador del proyecto.
Para ello, como señalan, se contará con la participación empresarial en este caso Skretting España, referente internacional en la producción de piensos para acuicultura.
En el marco del proyecto se mejorará la productividad del preengorde de seriola a través del diseño de una dieta de bajo residuo y delimitando la densidad de carga óptima para Sistemas de Recirculación Acuícola (RAS), además de optimizar el bienestar animal.
Para abordar el mayor problema de la especie cuando se engorda en granjas flotantes, los ectoparásitos que se adhieren a la piel y branquias de los peces, uno de los objetivos está en definir un protocolo de tratamiento antiparasitario oral optimizado que sea autorizado para su uso en el engorde comercial de seriola.
Actualmente, aclara Javier Roo, “no hay autorización a nivel europeo para el uso de productos antiparasitarios eficaces en peces de acuicultura, a pesar de que ya se usan los mismos compuestos tanto en tratamientos para humanos como en otros sectores ganaderos como el porcino o el avícola”.
Del mismo modo, también se prevé realizar estudios sobre el uso de aditivos y relajantes naturales durante el proceso de reproducción y preengorde de la especie. Para este objetivo que busca mejorar el bienestar animal se contará con la participación de la empresa Bedson España, que aportará su experiencia en el desarrollo de aditivos funcionales.
La acuicultura es una oportunidad de diversificar la economía de Canarias que, a pesar del gran potencial que posee, solo produce a una escala comercial dorada y lubina.
La seriola, conocida en las islas como medregal, “aumentaría la capacidad de producción acuícola” en los espacios definidos por el Plan de Ordenación de Acuicultura (PROAC) para producir hasta 37 000 toneladas de pescado, incrementando el número de empresas, lo que también supondría crear más empleo azul, concluye Javier Roo.