
Una de las iniciativas que forman parte de la estrategia europea a largo plazo es la de generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador que sea eficiente en el uso de los recursos y de baja emisión de carbono a través de una nueva economía circular y no lineal.
Sin embargo, a la hora de llevar las propuestas de economía circular se echan en falta diseños estratégicos ambiciosos y con una amplia visión holística.
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores australianos en la revista Water propone una idea simple, que no llena de complejidades técnicas para unir estratégicamente diversos usos industriales que ya se desarrollan de forma lineal, y por separado, como son la producción de energía, el cultivo de algas y de peces y la transformación de los mismos en biocombustibles, e integrarlos todos en un proceso de economía circular en el que los desechos de una parte son aprovechados en otras fases a modo de circuito cerrado. Para ello es importante ubicarlos a todos en un mismo espacio, en un parque eco-industrial, teniendo como proceso central el cultivo de microalgas. De esta manera se maximizan los beneficios con el triple resultado social, económico y ambiental.
Como se ha dicho, el cultivo de algas sería el proceso fundamental para la reducción de las emisiones de CO2, al tiempo que proporcionaría materias primas para la acuicultura, los biocombustibles, la alimentación humana y la producción de nutracéuticos, entre otros.
En su estudio, los investigadores australianos han demostrado que es posible reducir las emisiones totales de CO2 un 60 por ciento utilizando estas ideas de economía circular. En el estudio, los investigadores hicieron coincidir una planta de energía fósil de 660 MW con un campo solar equivalente en presencia de acuicultura de microalgas y de peces. La producción de microalgas permitía reducir las emisiones de CO2, con el beneficio adicional de producir 39 metros cúbicos de biodiesel, 6,7 metros cúbicos de bioetanol, 0,14 metros cúbicos de etanol y 19,55 toneladas de productos acuícolas al año.
Para su estudio, cada una de las industrias del parque fueron analizadas individualmente aplicando los balances de materia y energía y, a través de un algoritmo se generó un diagrama de bloques con las entradas y salidas que podían ser aprovechadas por otras industrias. Además, para cada paso del proceso se seleccionaron tecnologías alternativas basadas en preferencias tecno-económicas y análisis de energía para llegar a un diseño de Parque eco-industrial centrado en algas optimizado.
En el estudio se proyectaron seis escenarios basados en el tamaño y la capacidad de producción de energía y sus emisiones totales de CO2 demostrándose que mediante el dimensionamiento apropiado y la integración de industrias se puede lograr un 100 por ciento de energía renovable y cero emisiones de CO2, mientras que todos los materiales se consumen internamente dentro de los límites definidos en el parque.
El diseño de parques ecoindustriales de bajas emisiones requiere de una ambiciosa visión holística de lo que representa la economía circular y está alineada totalmente con la Economía Azul de la Unión Europea. Este modelo teórico podría servir como nueva y revolucionaria idea para tener en cuenta a los tomadores de decisiones y quienes diseñan estrategias energéticas de baja emisión a largo plazo.
Referencia:
Tumilar, A.S.; Milani, D.; Cohn, Z.; Florin, N.; Abbas, A. A Modelling Framework for the Conceptual Design of Low-Emission Eco-Industrial Parks in the Circular Economy: A Case for Algae-Centered Business Consortia. Water 2021, 13, 69. https://doi.org/10.3390/w13010069