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Péptidos bioactivos: una nueva frontera en los piensos funcionales para acuicultura

Global, 8/07/2025 | Los péptidos bioactivos se pueden obtener a través de varisa fuentes que incluyen algas, insectos, levaduras, sub-productos vegetales y animales

Mano hombre con pienso

Los péptidos bioactivos están emergiendo como algunos de los ingredientes funcionales más prometedores en los piensos modernos para acuicultura. Estas cadenas cortas de aminoácidos de origen natural han demostrado su capacidad para mejorar el crecimiento, reforzar la respuesta inmunitaria y proteger a los peces frente a enfermedades, ofreciendo una alternativa sostenible a los antibióticos y aditivos sintéticos.

Los péptidos bioactivos pueden obtenerse a partir de una amplia variedad de fuentes proteicas sostenibles, como las algas, la harina de insecto, la levadura, la soja o los subproductos de pescado. La mayoría se produce mediante hidrólisis enzimática, un proceso que preserva su actividad biológica y permite una producción eficiente a gran escala.

Entre los péptidos bioactivos más destacados se encuentra el glutatión, un tripéptido de origen natural ampliamente utilizado para reducir el daño inducido por el estrés en peces y crustáceos. En especies como la tilapia, la carpa común y el camarón, la suplementación dietética con glutatión ha demostrado mejorar las tasas de supervivencia, aumentar la actividad de enzimas antioxidantes como la SOD y la CAT, y reforzar la resistencia frente a estresores ambientales como el amoníaco o las microcistinas.

Con el aumento de las restricciones en el uso de antibióticos, los péptidos antimicrobianos han ganado atención como una alternativa natural y eficaz, especialmente en un contexto de creciente preocupación por la resistencia antimicrobiana.

Estos péptidos han demostrado mejorar significativamente la supervivencia de los peces expuestos a patógenos como Aeromonas hydrophila y Vibrio spp. También estimulan la respuesta inmune inespecífica y mejoran la eficiencia alimentaria. En entornos experimentales, peces transgénicos que expresan péptidos antimicrobianos han mostrado una mayor resistencia a enfermedades, despertando el interés por sus posibles aplicaciones futuras.

Aunque se han estudiado menos, los péptidos antivirales están ganando reconocimiento por su potencial para combatir infecciones víricas que provocan importantes pérdidas económicas en acuicultura, como el virus del síndrome de la mancha blanca o la anemia infecciosa del salmón.

Algunos de estos péptidos se están incorporando ya en piensos funcionales mediante vehículos como las pupas de gusano de seda, con resultados prometedores en camarones. Su modo de acción consiste en bloquear la entrada del virus en las células huésped o interrumpir su replicación.

La inflamación —especialmente a nivel intestinal— puede afectar gravemente al rendimiento de los peces. Los péptidos antiinflamatorios ofrecen una vía natural para regular estas respuestas sin necesidad de recurrir a productos farmacológicos.

En carpa cruciana, se ha demostrado que estos péptidos reducen los marcadores de inflamación intestinal hasta niveles comparables con los del enrofloxacino, un antibiótico de uso común. Esto los convierte en candidatos valiosos para mantener la salud intestinal y mitigar el impacto del estrés ambiental o nutricional.

Los péptidos inmunomoduladores (IDPs) refuerzan de forma generalizada el sistema inmunitario al mejorar tanto las respuestas inmunes innatas como las adaptativas. Algunos de estos péptidos también actúan como antioxidantes o antimicrobianos, ofreciendo beneficios multifuncionales.

En diversos modelos de peces, los IDPs se han relacionado con una mayor expresión de genes inmunitarios y una mayor resistencia a infecciones, lo que los convierte en una herramienta prometedora para la gestión preventiva de la salud en acuicultura.

Por último, los péptidos nutricionales han demostrado su potencial para mejorar la absorción de aminoácidos esenciales, especialmente en especies con metabolismo proteico poco eficiente o cuando se utilizan dietas basadas en ingredientes vegetales.

Los péptidos de cadena corta que contienen metionina, lisina o glutamina han demostrado favorecer el crecimiento y la utilización del alimento, al tiempo que reducen la pérdida de nutrientes al medio, un reto clave en el cultivo de camarón.

Aunque los resultados actuales son prometedores, los investigadores subrayan la necesidad de seguir investigando, especialmente en relación con péptidos que puedan influir en el metabolismo de lípidos y glucosa, la reproducción y la regulación del apetito.

Asimismo, abogan por una mayor colaboración entre nutricionistas especializados en acuicultura y científicos de alimentos para acelerar el descubrimiento y la aplicación de estos compuestos funcionales en las formulaciones de piensos del futuro.

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